miércoles, 13 de octubre de 2010

Cantando a la verdadera hada verde

Cantando a la verdadera hada verde,
La de los antiguos y bárbaros escitas,
Y cómo me pones cachondo, y excitas,
Que salen las palabras a bombo y drede.

Que me surcan caricias y poderosas sedes,
Sin surcarme dedos, ni probar un agüita.
Y bebo para seguir creando y soplando citas,
En volutas que viven mareadas y crecientes.

Y me inspiro. Y me inspiras, y siembras.
Y sigo echando de menos el ruido y las voces.
Pero me calmas como una amante hambrienta.

Me sosiegas como una vela en cubierta,
En el paralelo difuso de la entera oscuridad.
Eres mar, eres ciencia, eres peligro y veleidad.

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