domingo, 22 de septiembre de 2013

Sedente

Tuve un rato una grata alegría,
En un día de furiosa tempestad,
Mis lisas velas las llevaron la mar
A un puerto de dulces compañías.

Había putas, faranduleros y pías.
Era un ingenio donde poder piratear.
No había corsarios que ablandar
Porque las coronas aquí no existían.

Y libre y sin pauta fui y encontré,
Embebido en ron de pura caña,
Dulces vientos que de allí surgían.

Y sin motivo ni ruta vislumbré
Que no había ni podía la patraña
Encontrar en el mascarón una guía.

Sólo y solo

Un poema se hace sólo y solo,
Cuando rememora compañías,
Alegrías o decepciones o embargos
Al latir de nuestro corazón.
Se conocen Señores y Señoras,
Se auscultan caracteres
Que te subliman como la sonrisa
De un niño ante un guiño
De su mente superpoderosa.
Conocer, conocer, cuánta alevosía
En la belleza de unos seres.
Cómo se puede ser tan perfect@,
Cómo rozar con tus puercos dedos
Tanta sabiduría y tanto bienestar.
Sé que ahora estoy solo y devaneo
Pero es por el poder de vuestros hábitos.
Quiero contarme muchas veces
El color y calor de vuestras melodías
Pero vuestras melodías son siempre
Más dichosas, más interesantes y vivas.
Quisiera vivir de largo acompañado,
Quisiera vivir siempre solo y sólo
Lo hago tiempo tras tiempo.
Os echo de menos antes de comenzar
A escribir estos semiversos
Hundidos en una caricia que se me va.
Tengo palabras siempre en compañía,
Tengo palabras siempre en soledad,
Pero lo mejor que tengo que contar
Se debe siempre a vuestra armonía.

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Contradicciones?

Todos los fantasmas de mi vida afloran con tu presencia. Todo me lleva a verte igual que yo y a no encontrar mentiras sino engaños. Todo afloró con lentitud.
Fui eremita, mudo, animal, loco, niño y desprestigiado. El prestigio me importa una mierda más allá de los quince centímetros de tu compañía. Nunca perseguí que me vieran grande ni mayúsculo, ni mínimo, sólo caudal. Sólo me importa quien tengo cerca. ¿Qué le vamos a hacer?. No somos ubicuos ni buscamos la fama tampoco. La notoriedad ya somos nosotros. Y la fama no sirve de nada. De poco en el terreno espiritual.
En el terreno espiritual no hay fronteras mas las que te pongas tú.
Transmitir es como hablar por la radio pero hace falta una carrera mucho más amplia. Tantas risas funerales soportan los dignos a la sociedad, los prestigiados. Tantas risas fatales, definitorias, vivas, tanta porción de universo hay en ti y tan pocas en la adulación o la admiración o la empatía coartada de creer en uno.
Creo que hasta el Divino se ha cansado de que sólo crean en Él.
Muchas dioptrías. Toda oportunidad tiene la oportunidad de ser cosmos. Por qué vadeamos nuestros ríos con la ayuda de pocos cuando somos muchos, todos, los válidos. Por qué no quedarte con lo que está cerca y siempre andar buscando nuevos mundos, nuevas tierras, conquistas.
Con la miopía absoluta de no darse cuenta que sólo se conquista uno a sí mismo.
Y no ver el infinito que se abre en cada mendigo, en la librera o en el cajero del supermercado. Suelen tener más infinito los que no lo saben. Son mucho más auténticos porque ellos no tienen nada que creerse (o poco) y no temen equivocarse. Porque los egos regalados sólo son putos egos y no ayudan a nadie. Se miran a sí mismos sólo y viven de los regalos al oído que les hicieron.
No bastan tus cantidades, ni siquiera tus cualidades. Es el de enfrente él que te da realidad. Cómo te comportes tú con él/ella delimitará tu signo. Puedes llegar a muchos, pero no darte cuenta de quien tienes cerca, y estar en una confusión perenne de lo que vales, los que eres y lo que sientes. La humildad de un perro nos hace falta… No pierdan el tiempo en agradar a nadie. A quien agradas por principio ya te está enseñando a ser menos tú.
La obsoleta pero contundente Generación de Shopenhauer. Consulten.

Acompañando a mi ángel

Llegó el día de los sueños rotos y las carencias sobrellevadas. Llegó el cuarto de hora de un tiempo en el que soslayar la incertidumbre y hacer notar la pobreza solemne de un notario venido a menos. Dar fe es cosa de dos. Creer en algo, una cosa tan posible como vivir este ingenio de cosas ambulantes.
Palabras y más palabras. Las palabras ni se las lleva el viento ni valen menos de un millón de imágenes. Miles por cada uno que las piensa y las siente. Muchas palabras tienen el cariño de un beso en la mejilla o la misma incoherencia de un beso entre enamorados, y otras, como las de hoy, un golpe en la piel más sutil del intelecto.
Todo me vale con tal de tenerte delante. Sentirte me lleva tan lejos como el infinito. Verte y escucharte me deleita hasta el no juicio. Me espero de hecho incluso cuando me cuentean alguna tontería. Si no es una tontería estoy despierto y hasta alerta. Es sintomático de mi cerebro gaditano y medio loco.
La pregunta que hoy me hago es: si disfruto tanto de vuestra compañía por qué está intolerante continencia en la soledad de mi casa y mi ámbito. ¿Por qué me escondo o por qué me reservo? -no sé por cual optar.
La verdad que, esconder, no tengo nada más que mis cientos de cariños inconfesados, que expreso a través de la educación o de mi loca percepción del conjunto. Todo el mundo, o casi todo, es venerable. Lo que pasa es que unos son más sosos que otros. Lo que ocurre es que existen jerarquías. Jerarquías del tiempo, de nuestras necesidades, deseos y hasta de quienes somos.
Si no practicara la soledad también me pregunto si os querría tanto o me cansaría de vuestras particularidades. Me canso de algunas particularidades, cuando me joden, -no antes. Y anoto con meticulosidad todo esto para olvidarlo al cuarto de hora.
¿Es el corazón sólo presente? El corazón es como un café. Da un subidón para luego irse alejando con la ayuda de su primo el cerebro. Irse diluyendo como un buen vodka en un buen zumo de naranja.
¿Tengo memoria de pez? ¿Tengo escamas de pez? ¿Tengo apetito voraz? Lo que tengo es un cuarto de hora, como decía Warhol. Un cuarto de hora de gloria, que pasa cada cuarto de hora, y que me demuestra lo rico y lo pobre que soy cada cuarto de hora. Hoy ¿pobre o rico?. Ustedes dirán y conjeturen lo que son ustedes también.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Gato negro

Las verdades son procesos. Se van cuajando poco a poco. Llevan tiempo y se meditan ellas mismas. La verdad parece a veces que es sólo una continuidad temporal no caprichosa. Un suceso que tiende a perdurar en la generación, las edades, las mentalidades. El corazón es poderoso como un submarino, más ágil que un gato y más tonto que un perro.
A veces sucede que la verdad es un fenómeno científico. A ésta también me apunto. A veces son sentimientos los que dictan las palabras o hechos de un corazón estropeado, y ahí no hay verdad.
Hay que saber distinguir muy bien lo que el apetito quitó a la razón. Hay que saber muy bien que razón tienen nuestros apetitos en este juego. Esto es cosa de pocos sujetos, ni falta que hace.
Los caracteres son divinos maná del cielo por su pura razón desmedida sin conocimiento. El empuje y potencia tienen mucho que decir en estas esferas. La fuerza que llamaban los griegos antiguos. La fuerza hoy sigue existiendo aún en esta sociedad chocolateada. Endulzada con conocimientos superiores, como el alimento de los dioses, pero sin cagar como ellos.

Concentración obtusa, persona a persona seguimos teniendo sentido. Toda torpeza es un peldaño al cielo. A mi cielo. A tu cielo.
¿Volamos y cambiamos las atmósferas a nuestro antojo?
Di la verdad aunque te lleve a la muerte, di tu verdad. Si es tu verdad será como aquello que dijo el sabio: “Yo digo la verdad hasta cuando miento”.
Hoy estaba pensando como siempre en todos los fenómenos espirituales del ser humano. Muchos mensajes han llegado, de los annunakis, los dioses o los grandes seres, como queráis….llegaba a la conclusión que la única creencia que te enseña a ser divino desde cero es el budismo, y no está del todo formulada….hay que saber muy bien ver dónde toca.
Te toco, me tocas, nos tocamos. Sólo somos uno, un uno todo, no seáis orgullosos hasta que no llegue el momento de hacerlo sin consciencia, no seas ambicioso hasta que no te veas a ti mismo, tu único camino. No seas torpe, nos estamos ayudando.