sábado, 30 de noviembre de 2013

La intensidad a veces sobrepasa los centímetros. Suelo.

Tener un buen miembro suele ser tan importante para un hombre como para una mujer sentirse deseada. Todos suelen medírselo una y otra vez o cualquier tipo de inseguridad como ésta. Las disfunciones en los temas sexuales o de atracción de lo deseado suelen ser una de la comidillas más perturbadoras y estúpidas del cerebro.
Sentimos multitud de impulsos negativos y positivos como decía Freud y yo por supuesto no voy a descubrir nada… sólo importa tener un buen miembro o ser deseable para el momento social, es como un principio de conciencia, es como un suelo desde el que los hombres/mujeres florecen más sentidos y veraces.
Diréis que hay gente a la que no le importa nada el sexo o que lo ven como una cosa menor: es porque la tienen pequeña y les hace ser inseguros o porque no se sienten deseadas, y lo mismo. Esto perturba hasta derroteros como el amor “romántico”, hasta la indigencia de quedarse sin mucho importante por “poca cosa” o por una cosa que no sabe donde pulsar para activar el atractivo como persona que tiene de seguro.
Lo he contado a muchas personas: los paganos, muchos de ellos, encontraban la trascendencia en el orgasmo y la comunión con lo deseado. Con el cristianismo toda esta verdad se fue a paseo.
A fin de cuentas eres el amor que eres capaz de dar y el amor no es sólo penetración o pulso. Pero las almas que sienten deseados sus cuerpos, por ellas y por otros, son más redondas. Como decían los paganos están en un grado de pureza superior. Belleza, se llama.
Yo te aconsejaría que aprendieras a follar bien, seas como seas, tío o tía, a desear….el tacto es lo más importante. Busca tus puntos fuertes y por supuesto busca la integridad en tu faceta sexual. Si no la tienes grande fóllate un pato como hacía Dalí, cómprate un coche grande y una casa grande o pide a Afrodita que tus besos sepan a gloria. Si te sientes poco deseada, es lo mismo. Hay que aprender a quererse sin cosas. Las cosas vienen luego.
Si empiezas por el amor a ti mismo al final serás un GURÚ de la existencia, la tengas grande seas gordita o tengas una boca que disguste algún oído. ENCONTRASE Y ACEPTARSE es la única manera de gustar. Yo la tengo grande, me he encontrado y acepto y, por supuesto, no le gusto a nadie. Debe ser la intensidad de lo que es estar loco. Es decir regirse por propios principios.
Dicen que los locos son esclavos, a veces, de su imaginación que les hace reinterpretar ciertas reglas. “Cómo lo hagan delimitará la condición del loco”. Yo estoy con Jung, soy esclavo de mi realidad porque estoy desnudo y no tengo miedo y tengo razón.

domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Sangre o entelequias?

En el embaucador sonido de esa canción estabas tú enterita, cocinada con tus muslos cálidos, dispuesta a un abrazo triple mortal. Mi vaso vacío casi rompía con los acordes netos de esta melodía
y no quería beber ninguna otra cosa. "Póngame otra copa que hoy vamos a volar". La canción seguía discurriendo y tus curvas se pintaban desde una puerca foto en mi mente haciéndola estremecer. Y sentía tu respiración remota y perdía las últimas gotas de mi brebaje en mis labios secos por ti. Qué ocurrencia que estuvieras tan lejana, que vivieses otros mundos completamente paralelos a los míos, no nos juntaba un país, ni una sociedad, ni nuestro lenguaje, yo sólo quería ser tu misma música. Sólo quería discurrir y tu estabas mucho más allá de los Océanos. No hay albatros que se quede a anidar en mi corazón requemado de apasionarse. Es como volar hacía una estrella que está demasiado cerca de un mar. Humo. Humo. Humo y más humo. “Nunca nos dejan ver las mismas cosas”.

domingo, 10 de noviembre de 2013

La magia útil de las tres dimensiones.

A veces se tiene lo que no se parece. Suele suceder. A veces se hace lo que no se dice. A veces no se dice lo que parece y a veces no haces lo que sucede.
La magia es la única resolución a este complejo enunciado. La magia es el único poder superior a esto. Adelantarse a los actos de la vista con las manos penetrando la dimensión invisible.
Es un juego sin dilemas, sin medias, pero con seda, con más cariños de los que todos podemos imaginar. Porque es normal que asociemos la magia a poderes banales que da el dinero o la fama o el poder.
Los magos son de franco muy poderosos pero no lo parecen nada. Como en los libros de Tolkien. Ancianos un poco corvados y con barba. Con buen verbo pero ropajes usados. Los magos suelen ser los más humildes o los más locos -perorados por eso- como le ocurría al genial Diógenes o al enorme Tales.
He leído de magos que comían dos nueces al día y dormían cuatro horas sobre camas de sarmientos o de magos que se acostaban con tres putas a la semana.
Ser mago se puede ser con voluntad en cualquier estrato, en casi cualquier sentido, en esta dimensión es un pequeño estado de gracia. Como Benzema cuando controla la esfera con el exterior.
Contamos y cantamos muchas cosas sobre los magos pero no solemos ver la magia. Eso dirían muchos: La magia es invisible. Pero, Artistas, hay que saber ver en los actos más pequeños, entre los conductores suicidas del sabina canalla que patentaban un estilo de andar.
Muchos magos caen, muchos, la mayoría. Ese nivel de tensión interestelar, astral, dimensional y existencial les lleva al martirio, a la perdida total de la cordura, al descontrol de la vida bohemia, a los intrincados manantiales del mal o a las plúmbeas fuentes del bien.
¿Se convierte alguna vez todo en veneno?. Todos los magos pasan por el veneno y más tarde viven envenenados de sí mismos o de querencias tan importantes. Pero la dulzura o la estima o lo cordial siempre vive el karma de estos seres.
Se llamen Pablo Escobar o Marcial o Aristóteles, que era muy normalito. Hay magos que han dirigido al hombre hacía la ciencia, otros al arte, la filosofía, la política o la distensión. Estos son los más apreciados sin duda.
Ver magia en que lo que sucede suceda, en que se esté en los momentos determinados para la eternidad. ¿Qué poderes puede dar esto? En esta dimensión ninguno, mas que la seda que da el gusano, y “Borras ya traía la barrita de Potter” así que si quieren aprender magia miren a sus antepasados.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Qué sería del Sol

El Sol entra por mi ventana y se pinta todo con el mismo prisma de siempre. De cuando no está nublado. Va meciendo en una caricia mi piel con sus rayos de calentura. Las sustancias leves del cerebro van encajando en mis piezas de un puzzle por depurar.
La brisa va atrayendo las minúsculas motas de polvo hacía el interior. Iluminadas por el astro, pequeños meteoritos atmosféricos que se cuelan incluso por mis fosas nasales, por mis oídos, se posan en mis ojos que no dejan de parpadear como un semáforo que no te quiere dejar pasar.
Quiero abrirme al éter como un pájaro, volando hacía ningún suelo, sin más raigambre que la costumbre de la especie. El Sol invita a ello. La brisa me llevaría hacía el oriente, donde los ojos son más cálidos.

Como un buen pájaro, me sirvo un destornillador muy seco. Intento hacer memoria de cuándo noviembre fue primavera y escucho un epílogo grabado para televisión de un señor muy interesante, un catedrático, divisionista, cristiano, psicólogo y humanista que no sé si sabría que había de morir a los 94 en un noviembre con este calor. Hoy, de hecho, he estado a punto de bañarme en la piscina (Sólo por hacerme una foto para que vosotros la vierais).

Amor, lo que desprende el Sol es amor. Si no quisiese regalarse de forma tan indómita y nuclear no existiría. El mal trago a la vida sucede cuando empezamos a recatarnos.
Si venimos gritando al mundo por qué no seguir haciéndolo todo el rato.
Este Sol grita. Grita a alegría. Grita a la concordia de no saberse más que al tocar. Qué sería del Sol si estuviera en el abismo del vacío. No existiría.
¿Vitalistas? Todo se regala o caes en la necedad de ir juzgando lo que te pasa. Yo también aceptaría la cicuta pero no por la ley de los hombres. Su propia cicuta, más que ninguna, es no regalarse.
Que una sola visión sirva para enseñarnos el todo. Si encuentras 50 pavos por la calle, te los quedas. Haz lo mismo con todo lo demás. Puede que acabes siendo hermano del Sol.