viernes, 20 de diciembre de 2013

Vademecum

A veces tienes el papel de loco y a veces el de colgado de la cordura. Mucho hay que piensa que demasiada información, demasiado estrés, demasiada lima o, en su caso, extravagancia, te llevan a la locura. Ahí está el enorme Quijote para expresárnoslo. Inmejorable.
Claro que el Quijote, como todo loco con susceptibilidad de seguir sucediendo entre el común, tenía a su Sancho. Su freno, su pausa, su remanso a falta de Dulcineas.
Todo es cosa de frenos. Bailar con la Locura es algo muy serio. Aunque a algunos nos parezca ya un poco banal. ¿Quién pone el paso?.
Si es ella quien doma el movimiento estás perdido en una escalera de caracol hemisférica. Te perderás. Irás, sin chocar, cagándola en tus disquisiciones. Sin darte cuenta que chocas una y otra vez.
La Locura viste de blanco y conduce un mercedes de los antiguos. Es tan veraz como que pasa por la cabeza de cientos, -perdidos por la impaciencia, la herida o el desconsuelo-, en cada momento.
Los paganos personalizaban a las entidades, ¿no sé por qué no lo hacemos nosotros?. ¿Quién puede creer que una UNIVERSALIDAD no tenga cuerpo suficiente para hacerse ver? (Nosotros ni siquiera creemos en las ideas).
Todo sucede porque tiene que suceder. El lujo es que no te asuste ni la misma Locura (estar completo). Quizá simplemente porque ni siquiera le das la importancia que ella tiene, quizá porque luchas porque esa energía no se acerque no sabes ver sus cosas positivas en la carrera que es una vida.
Acercarse al precipicio es casi factura segura de rotura de muchos huesos. ¿Luego se harán más fuertes?
Yo acudí al Divino para distraerla, que fue quien quiso que me acompañara durante un tiempo. Yo acudí a mi persona pura y desnuda. Yo acudí al cariño, al Amor. Yo acudí a los otros y también acudí al psiquiatra. ;-)
Siempre mi mismo mensaje: No tengas miedo. Ni de una señora vestida de blanco con un mercedes C300 que conduce dando tumbos.
¿Si algo te seduce sales a bailar con él/ella, no?. La Locura es una experta en perderte con su movimiento sinuoso, con sus pasos demasiado rápidos, con su inconsciencia metafísica. Poco cortado hay más potente que éste.
Al fin y al cabo es como bailar con un estipendio de pitos y farolas, y todo el rato a encontronazos, como si cayeras en espiral en ningún juego- vaya desastre¡¡ (jugar es cosa de dos o más, cosa que el loco no contempla).
Muchos pájaros en la cabeza. Tú lleva siempre los pies al suelo y, cuando te incite a bailar, tómale el pelo y sigue tu carrera. Tú eres tanta entidad como ella. Si lo eres no te podrá. Si te puede alguna vez reposa, descansa, cuídate y vuelve con un nuevo ritmo a vivir. También es fácil de decir. Las humillaciones tampoco importan tanto, juega, equivócate, que te etiqueten, lo que quieran… estoy seguro que habrá una base “desde la que elevarse al éter” o una caída a los infiernos.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Metas

No tengo nada que decir desde hace tiempo. Estoy aburrido y seco. Meridiano en las estrellas del cinturón de Orión con direccionalidad. Intentando lucir y encontrando la rutina. Intentando lucir en la rutina y olvidándome de hacerlo al mismo tiempo.
Siempre palabras amables, siempre sentimientos cordiales. Pero parece que a veces no es suficiente. Necesitamos hambre. Sin deseo no hay meta ni refugio ni sentido. Sin sentido no hay deseo.
Quisiera querer. Quisiera potenciar mis hechos con metas más concretas….y quiero, pero sólo es amar. Nunca sabe uno lo que cala.
Miento a medias. El cariño, el amor, puede tender todos los puentes, pero no abrir todas las puertas. Hay tantos espacios que no podemos conquistar porque podemos conquistar cualquier territorio siendo un poco auténticos. Así, es sencillo tener una verdad si sólo tienes una (que es bastante y muy suficiente para muchos).
Mas si tienes una verdad tendrás algo seguro, si estás seguro de una cosa te podrán llevar por alcantarillas y bordillos que te elevarás a un altar. Al menos, de acera. Altar de ciudadanía y persona.
Yo trabajo y pervivo de un sueldo. Y sufro por ello la comunión con el día de despertar temprano. La obligación de estar unas horas haciendo para otros.
Es evidente que no llego a la ciudadanía ni a la persona en cada momento de mi vida, que no puedo amar sin condiciones, ni sin circunstancias, ni sin coacciones. Quizá vosotros si podáis y brilléis con más candor que este iluso que sólo busca una estrella en el cielo queriendo verse en ella.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Diarios del pirata III. A Dionisos

Caigo en un dulce sueño despierto de gorros al viento, de palomas en la brisa que parecen pañuelos de seda. Y los árboles van convirtiendo sus ramas en pedazos de lienzo y aparecen caracoles multicolor por las barandas modernistas del parque. Paseo despacio embaucado por el sonar del agua, por los suaves aromas de las hojas de los viejos troncos, multipasado por un pulsar vivo y latente en mi pecho.
Siempre buscando caricias en las cosas, siempre encontrando caricias en las cosas. Aunque a veces sea con dopping. La curiosidad es la peor droga y la visión “nocturna“ una posibilidad para pocos, locos, tarados o enganchados a la vida. La curiosidad fue capaz, al fin, de matar al que tenía siete o nueve vidas. Los gatos son mucho más espaciales que nosotros por eso entienden de las otras dimensiones y de caer siempre rectos -o eso pienso yo.
Los gatos del parque estaban desaparecidos aparte de mi sombra y la de mi colega que estribábamos aquellos caminos como dos focos de coche en un parque de atracciones que se ha quedado sin suministro, donde ya sólo se oyen las voces al cielo de los niños clamando que vuelva la electricidad.
Dispuestos a iluminar a cualquier iluso que se presentase por la ciudad con la naturalidad de reírnos de todo lo serio, de lo confuso y hasta de lo extraordinario. Cuando se viaja sin más meta que uno mismo me parece que se sustituyen los horizontes por puestas de sol. Los ríos por mares. Los árboles por bosques y las casas por templos. Los destinos entonces están todos al alcance de tu mano aunque no seas una azafata de Luthtansa.
El paseo se alargo y visitamos los arrabales de la plaza de abastos con sus diversas razas, las calles céntricas fijándonos en toda la belleza que da el ser humano. Algeciras es una buena ciudad para esto por no ser muy vistosa. Algún comercio hindú, cacharrerías y antigüedades, puestos de tirados que se intentan pasar de listos cuando no los engañas, es decir se engañan ellos por la necesidad. Al final no compramos nada. Me quedé con las ganas de un Osiris en madera que quizá me hubiera valido de amuleto para encontrar alguna Isis y practicar para hacer Horuitos.
Nada de eso. Como siempre nos emborrachamos, perdimos las estrellas sin perder nunca el norte y la iluminación seguía ahí. A veces incomodando, a veces haciendo cordial la angustia de la existencia. La borrachera es siempre lo mismo, como la curiosidad del gato por adentrarse en la otra dimensión de lo desconocido, te hace más espacial, todo comienza a curvarse y a veces a hacerse hasta rococó.
Suerte que la sencillez de él que está desnudo no se asusta cuando le ponen un trapo. Ayer no me dediqué a quebrar ningún prejuicio, no enquisté ninguna idea en un entramado que se creía perfecto, pero suele suceder que cuando estás cómodo ni siquiera luchas con la incomodidad de los otros para su desgracia. Creo que lo que Dionisos nos enseñó es que a veces es mucho mejor pasar de todos y hasta de uno mismo. Sigue siendo otro principio de conciencia. Así que lo pasamos muy bien y bendito sea el vodka negro.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Adictos a las tormentas

Quisiera escribir algo que fuera sencillo y diáfano, algo que se entendiera con facilidad y fuera agradable y hasta gracioso para todos los oídos, pero ya tengo colegas que hacen eso muy bien, y yo cuando no estoy follando tres veces diarias soy más profundo que las grutas del infierno.
Quemo y calo al mismo tiempo pero ello tampoco tiene ningún valor.
El valor es otra cosa, tomar un opción, llevar una decisión a cabo. Ir hasta las últimas consecuencias. Meter la cara en el barro. Meter la cara en el barro de un charco de vomito que produjo cualquiera. Miles. Eso en gran parte es aprender. Y aprender es tomar decisiones.
Siempre estamos al borde del precipicio que éstas nos producen. Perdemos la vida muchas veces por cinco minutos de tontería, por cinco minutos conjugamos nuestras vidas en lo que serán años, quizás existencias y hasta la necesidad total del devenir.
Por unos segundos de un discurrir diverso muchas veces lo condicionamos todo.
Yo he encontrado una raza distinta, unos cuantos seres que quieren vivir de presente y libres, que, al contrario, hacen por conocerse, -existen. Que tienen las anécdotas justas que contar para sacar unas risas sin comerse los minutos, que son capaces de percibir ideas y siguen haciéndolo aunque canse, que no tienen personas de las que hablar más que de ellos mismos. (Lo digo por Eleanor Roosevelt).
Nada de egocentrismos, porque estos seres son tan pequeños como una chispa, tan breves como un trueno, tan universales como una brisa - hablan “sin darse cuenta“ de TODO el mundo. No tienen la ignominia de considerarse en serio y de esta forma son las personas más serias que conozco.
La verdad es que son los más perdidos -yo me cuento, encontrados en su ausencia, ávidos de llenarse, reclamados para el común sin voz ninguna o con muchas voces, fascinados y coaccionados por aquello que les rodea. Pacientes en la angustia del existir intentando hacer digno cada momento.
Yo pienso que son sólo niños adictos a las tormentas... Si no perdiste tu chispa, si haces ruido con regularidad y de forma natural, si lanzas rayos cuando algo te puede, estás invitado a comer, o cenar, o a unas copas con el autor. Yo sólo me siento a gusto cuando se abren los cielos. :-)

sábado, 30 de noviembre de 2013

La intensidad a veces sobrepasa los centímetros. Suelo.

Tener un buen miembro suele ser tan importante para un hombre como para una mujer sentirse deseada. Todos suelen medírselo una y otra vez o cualquier tipo de inseguridad como ésta. Las disfunciones en los temas sexuales o de atracción de lo deseado suelen ser una de la comidillas más perturbadoras y estúpidas del cerebro.
Sentimos multitud de impulsos negativos y positivos como decía Freud y yo por supuesto no voy a descubrir nada… sólo importa tener un buen miembro o ser deseable para el momento social, es como un principio de conciencia, es como un suelo desde el que los hombres/mujeres florecen más sentidos y veraces.
Diréis que hay gente a la que no le importa nada el sexo o que lo ven como una cosa menor: es porque la tienen pequeña y les hace ser inseguros o porque no se sienten deseadas, y lo mismo. Esto perturba hasta derroteros como el amor “romántico”, hasta la indigencia de quedarse sin mucho importante por “poca cosa” o por una cosa que no sabe donde pulsar para activar el atractivo como persona que tiene de seguro.
Lo he contado a muchas personas: los paganos, muchos de ellos, encontraban la trascendencia en el orgasmo y la comunión con lo deseado. Con el cristianismo toda esta verdad se fue a paseo.
A fin de cuentas eres el amor que eres capaz de dar y el amor no es sólo penetración o pulso. Pero las almas que sienten deseados sus cuerpos, por ellas y por otros, son más redondas. Como decían los paganos están en un grado de pureza superior. Belleza, se llama.
Yo te aconsejaría que aprendieras a follar bien, seas como seas, tío o tía, a desear….el tacto es lo más importante. Busca tus puntos fuertes y por supuesto busca la integridad en tu faceta sexual. Si no la tienes grande fóllate un pato como hacía Dalí, cómprate un coche grande y una casa grande o pide a Afrodita que tus besos sepan a gloria. Si te sientes poco deseada, es lo mismo. Hay que aprender a quererse sin cosas. Las cosas vienen luego.
Si empiezas por el amor a ti mismo al final serás un GURÚ de la existencia, la tengas grande seas gordita o tengas una boca que disguste algún oído. ENCONTRASE Y ACEPTARSE es la única manera de gustar. Yo la tengo grande, me he encontrado y acepto y, por supuesto, no le gusto a nadie. Debe ser la intensidad de lo que es estar loco. Es decir regirse por propios principios.
Dicen que los locos son esclavos, a veces, de su imaginación que les hace reinterpretar ciertas reglas. “Cómo lo hagan delimitará la condición del loco”. Yo estoy con Jung, soy esclavo de mi realidad porque estoy desnudo y no tengo miedo y tengo razón.

domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Sangre o entelequias?

En el embaucador sonido de esa canción estabas tú enterita, cocinada con tus muslos cálidos, dispuesta a un abrazo triple mortal. Mi vaso vacío casi rompía con los acordes netos de esta melodía
y no quería beber ninguna otra cosa. "Póngame otra copa que hoy vamos a volar". La canción seguía discurriendo y tus curvas se pintaban desde una puerca foto en mi mente haciéndola estremecer. Y sentía tu respiración remota y perdía las últimas gotas de mi brebaje en mis labios secos por ti. Qué ocurrencia que estuvieras tan lejana, que vivieses otros mundos completamente paralelos a los míos, no nos juntaba un país, ni una sociedad, ni nuestro lenguaje, yo sólo quería ser tu misma música. Sólo quería discurrir y tu estabas mucho más allá de los Océanos. No hay albatros que se quede a anidar en mi corazón requemado de apasionarse. Es como volar hacía una estrella que está demasiado cerca de un mar. Humo. Humo. Humo y más humo. “Nunca nos dejan ver las mismas cosas”.

domingo, 10 de noviembre de 2013

La magia útil de las tres dimensiones.

A veces se tiene lo que no se parece. Suele suceder. A veces se hace lo que no se dice. A veces no se dice lo que parece y a veces no haces lo que sucede.
La magia es la única resolución a este complejo enunciado. La magia es el único poder superior a esto. Adelantarse a los actos de la vista con las manos penetrando la dimensión invisible.
Es un juego sin dilemas, sin medias, pero con seda, con más cariños de los que todos podemos imaginar. Porque es normal que asociemos la magia a poderes banales que da el dinero o la fama o el poder.
Los magos son de franco muy poderosos pero no lo parecen nada. Como en los libros de Tolkien. Ancianos un poco corvados y con barba. Con buen verbo pero ropajes usados. Los magos suelen ser los más humildes o los más locos -perorados por eso- como le ocurría al genial Diógenes o al enorme Tales.
He leído de magos que comían dos nueces al día y dormían cuatro horas sobre camas de sarmientos o de magos que se acostaban con tres putas a la semana.
Ser mago se puede ser con voluntad en cualquier estrato, en casi cualquier sentido, en esta dimensión es un pequeño estado de gracia. Como Benzema cuando controla la esfera con el exterior.
Contamos y cantamos muchas cosas sobre los magos pero no solemos ver la magia. Eso dirían muchos: La magia es invisible. Pero, Artistas, hay que saber ver en los actos más pequeños, entre los conductores suicidas del sabina canalla que patentaban un estilo de andar.
Muchos magos caen, muchos, la mayoría. Ese nivel de tensión interestelar, astral, dimensional y existencial les lleva al martirio, a la perdida total de la cordura, al descontrol de la vida bohemia, a los intrincados manantiales del mal o a las plúmbeas fuentes del bien.
¿Se convierte alguna vez todo en veneno?. Todos los magos pasan por el veneno y más tarde viven envenenados de sí mismos o de querencias tan importantes. Pero la dulzura o la estima o lo cordial siempre vive el karma de estos seres.
Se llamen Pablo Escobar o Marcial o Aristóteles, que era muy normalito. Hay magos que han dirigido al hombre hacía la ciencia, otros al arte, la filosofía, la política o la distensión. Estos son los más apreciados sin duda.
Ver magia en que lo que sucede suceda, en que se esté en los momentos determinados para la eternidad. ¿Qué poderes puede dar esto? En esta dimensión ninguno, mas que la seda que da el gusano, y “Borras ya traía la barrita de Potter” así que si quieren aprender magia miren a sus antepasados.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Qué sería del Sol

El Sol entra por mi ventana y se pinta todo con el mismo prisma de siempre. De cuando no está nublado. Va meciendo en una caricia mi piel con sus rayos de calentura. Las sustancias leves del cerebro van encajando en mis piezas de un puzzle por depurar.
La brisa va atrayendo las minúsculas motas de polvo hacía el interior. Iluminadas por el astro, pequeños meteoritos atmosféricos que se cuelan incluso por mis fosas nasales, por mis oídos, se posan en mis ojos que no dejan de parpadear como un semáforo que no te quiere dejar pasar.
Quiero abrirme al éter como un pájaro, volando hacía ningún suelo, sin más raigambre que la costumbre de la especie. El Sol invita a ello. La brisa me llevaría hacía el oriente, donde los ojos son más cálidos.

Como un buen pájaro, me sirvo un destornillador muy seco. Intento hacer memoria de cuándo noviembre fue primavera y escucho un epílogo grabado para televisión de un señor muy interesante, un catedrático, divisionista, cristiano, psicólogo y humanista que no sé si sabría que había de morir a los 94 en un noviembre con este calor. Hoy, de hecho, he estado a punto de bañarme en la piscina (Sólo por hacerme una foto para que vosotros la vierais).

Amor, lo que desprende el Sol es amor. Si no quisiese regalarse de forma tan indómita y nuclear no existiría. El mal trago a la vida sucede cuando empezamos a recatarnos.
Si venimos gritando al mundo por qué no seguir haciéndolo todo el rato.
Este Sol grita. Grita a alegría. Grita a la concordia de no saberse más que al tocar. Qué sería del Sol si estuviera en el abismo del vacío. No existiría.
¿Vitalistas? Todo se regala o caes en la necedad de ir juzgando lo que te pasa. Yo también aceptaría la cicuta pero no por la ley de los hombres. Su propia cicuta, más que ninguna, es no regalarse.
Que una sola visión sirva para enseñarnos el todo. Si encuentras 50 pavos por la calle, te los quedas. Haz lo mismo con todo lo demás. Puede que acabes siendo hermano del Sol.

martes, 29 de octubre de 2013

Burning

Cien años pasaron y las fronteras, adornadas de cintas de colores, se las llevaba el viento. Se entretejían las neuronas de distintos cerebros y razas en lazos fuertes, tatuados en los árboles, hechos puente. Levantando edificios horizontales y verdes. El rojo no cabía por ningún sitio.
Quisieron cien años alumbrar al cabo al hombre de sus sueños. Quisieron cien años ver a su amado intemporal sentado, allí, en aquel banco de madera, viendo pasar los minutos. Acertando con cada coma de su aliento.
Hubo cien años benignos a la humanidad. Donde se encontraron sonrisas y se fecundaron los ánimos más atormentados con múltiplos de mariposas. Crecían l@s monarcas en cada rama de cada pequeña flor y todos emigrábamos al corazón de los otros. Donde todos los gusanos tenían un sustento digno. Donde la muerte era el mayor símbolo de pureza.

Mientras no llegue este tiempo seguiremos ardiendo.

lunes, 21 de octubre de 2013

La Clase. Datos concretos

Cantinela tras cantinela me voy quedando sordo. Como el pobre muchacho de la calle de los sueters usados y las alcachofas. Bajando y subiendo escaleras a grandes pasos. Rompiendo puertas al entornar los párpados con el walk-man a toda pastilla, gritando o sembrando macetas en aquella terraza soleada.
La vida es como un cumulonimbo de dimensiones desproporcionadas. Y nunca sabes por dónde llegará el chaparrón o si toda ella va a caer del cielo con el estrépito de un enorme trueno en tu vida.
La fuente del Rayo. Yo busco la fuente del Rayo. Ahí es donde mi hijo ha de mojarse los pies. También soy un poco del Rayo, por un amigo.
Espero que mi hijo lleve una vida más cómoda que yo, que disfrute del tiempo y que ría. Que ría después de haber cruzado el gesto unas cuantas veces. Que no hay sabiduría en la risa sin motivos pero la risa con sabiduría quiebra los cielos.
Cada día va el tiempo trepanado mi pequeño cerebro de homo sapiens, cada día mis espermatozoides huyen hacía un cielo de algodón cerca de mi cerebro queriendo hacerlo fértil y digno como para tener hijos realmente. Pero como un pequeño Príapo me golpeo con los rincones oscuros del alma, siempre con el falo…

¿Por qué ibas a ser escuchado, hijo mío? -te diría cualquier Padre. Hoy, no se escucha a los pájaros tras la cerca, en el huerto no corren insectos ni se mueve la hierba frente a la casa. ¿Por qué ibas a ser escuchado?. Y si fueras escuchado, ¿crees que alguien te agarraría? Necesitamos muchos más sócrates en este mundo o much@s más meretrices.

Sócrates, el antiguo, se ofrecía voluntario cuando había que quitar la vida a sus compañeros heridos sin remedio. Y se mostró voluntario a la muerte por la cicuta siendo acusado de forma injusta por cumplir la ley de su pueblo y no dar un mal ejemplo.. Sé que hoy lo harían todo con mira telescópica.

¿Y tu pito tiene amistades? ¿te pones cachonda con las miradas en el metro? ¿eres cercano o distante?….la verdad es que importa una mierda.

¿Si alguna vez aprendieras a prestar oídos? -te diría un buen padre. Yo no quiero quedarme sordo pero tampoco seguir escuchando. Ahora escucho algo de la doctrina Parot en el telediario. Y si hay culpables es porque hay ofendidos. Y si hay ofendidos hay desprecio por todos lados.

Desprecio del que se produce con oídos, sangre, lengua y corazón, el desprecio intelectual es igual de peligroso, pero también una herramienta. Hay que saber leer los signos.

No nos hagamos más sordos. Vamos a admirarnos por todo. Vamos a ayudar hasta la impertinencia. El desprecio, al menos, dejadlo para luego….Os va a llegar.

Y que ojala se escuchen nuestros pitos/vaginas en todas las verbenas. La clase no compite con, ni rebaja nada.


sábado, 12 de octubre de 2013

Filosofeando. La perfección

Creo que algún día acabaré no escribiendo sobre luces y sombras. Encontrándome entre el Astro y la Tierra o fuera de la influencia de ambos. Pintando con alguna realidad este espasmo entre lo físico, lo intelectual y lo espiritual.
No sufrir, no dañar… es tan difícil domar las entrañas del karma. Es tan difícil, a veces, hacerse a él. Conceder que es lo más sencillo, lo más bello, lo más letal o lo más trascendente lo que ocurre. Leibnitz decía que vivíamos en “el mejor de los mundos posibles“, yo diría en el único posible, en el único válido de puertas para adentro, en el que sólo se demuestra estando.
Yo ya he llegado al punto de no lamentarme por nada. Soy un buen borrego del destino. Un filosofastro listo para la horca de la elocuencia del medio y el ser.
“El ser y el tiempo”, tampoco creo que todo o algo se reduzca a eso. En realidad ni siquiera creo que nuestro tiempo sirva de nada o tenga más validez que la de un capricho de esta pequeña y tramada dimensión. Ni siquiera juzgo con quien compartirlo la mayoría de las veces. Cada cual tiene una historia bien correcta, errara, fuera más “bueno” o más “malo”.
Y tampoco me considero un nihilista. Yo celebro la vida casi todos, todos los días, como decía. Celebro las acciones y el amor que surge de muchas cosas. Celebro cualquier cosa. El odio… Si te roban, creeré que ése es tu karma. Debían robarte en ese momento, llevas un camino mucho más grande. Quizá no sea como decía el otro día, “Tú eres tú y tus circunstancias”. Quizás sea tú y las circunstancias del mundo, ¿no?. ¿Son realmente tuyas las circunstancias?. Caigo en la cuenta que, de remate, No.
La imposición del orden rige el Universo que conocemos, no vamos a pensar que seamos una excepción. Eso está muy manido….ya los griegos se creían el centro del Mundo o Europa pensaba que estaba anclada a una meseta rodeada por mares. El egocentrismo a la civilización que mejor le sienta es a la europea. Somos tan creídos, y estamos algunas veces en nuestro derecho, que el mundo se comporta así al completo por 300 mendas diestros y con un par que lucharon en la Termópilas. Y por una infinidad más que han luchado desde distintas posiciones.
“La filosofía ha muerto” decían. Y lo que a muerto, o se ha anquilosado, es la igualdad entre los hombres que nos hacía curiosos y hábiles. Porque nadie mira y remira algo que no sea su igual. Si eres demasiado grande mirará a otro lado, si eres demasiado pequeño se mirará el ombligo, si eres igual funcionará la santa y bendita fuerza que todavía nos mantiene en pie, una pizca de empatía. Pero, ¿para cuándo mirar con estos ojos?.
Para cuándo ayudar sin después, sin condiciones, para cuándo hacer uso del libre albedrío, para cuándo comportarnos como nos de la gana, cuándo dejará de importarnos nuestra propia vida o las amorfas reglas que la rigen para  contemplar que la importancia de todo está en el karma. Eso que sucede y que nos hace ser múltiples y que nos hace ser únicos. Vivir la unicidad de ser múltiples parece que ahora es cosa sólo de locos y parece también que es el único tipo de conciencia. No hay nada que nos separe de la perfección NUNCA, sólo de nuestro devenir cuando no le somos LEALES.

lunes, 7 de octubre de 2013

¿Posición dialéctica?

Yo pienso y pienso y como veis hablo cada vez de una cosa, cada vez con un humor, cada vez con una vista de posición diferente. Creo que eso es lo más interesante.
Por mucho que vayamos rigiendo una filosofía seguimos siendo humanos, seguimos llevados por la corriente, seguimos tocados por las circunstancias, seguimos persiguiendo el TODO, lo absoluto y a la vez cordial.
La verdad es que a estas alturas ya no sé si existe, no se si tendrá patrón tal marinería pero estoy seguro que soy patrón. Patrón de Altura, dice, no me lo invento.
Aunque, como todo el mundo dejado, no he recogido ni el titulo, al final algo regiremos.
En aquellos años aprendí mucho de estrellas, de mareas, lunas, tifones, puertas estancas o incendios. Está claro que nada se viene a menos. Está claro que no ha habido ningún cambio en mi vida en una eternidad de tiempo.
¿Circunstancias? ¿Dejar el odio? ¿Ensalzar el amor? ¿Aupar el pensamiento? ¿Acatar la ciencia? ¿o encontrar el sentido del alma? Tantas teorías para tan pocos interesados. Lo mejor ser tú, ser consciente y ser indiferente. Y lo más interesante darte cuenta que sólo eres al fin del cabo una posición dialéctica en un momento eterno.

Dos estratos, no más

La escultura es una bifonía espacial de la mente. Somos tan de dos lados que no sabemos ni siquiera disimularlo. Nuestro condicionamiento a la simetría nos hace grandes geómetras a todos. Geómetras no, expansivas maquinas de la bifocalidad.
Siempre un bien y un mal, un rico y un pobre, un lobo y un cordero. El juego de los contrarios llega a nuestra percepción visual misma.
El otro día miraba a una chica y no sabía qué pecho tenía más hermoso. Yo suelo tirar a la izquierda pero me gustan las noticias de los de derechas. La izquierda apunta a mi frente -pensaba yo.
Algún día nos enteraremos que la bifonía sólo es una herramienta válida para cosas como elegir pareja, elegir refresco o cerveza, o elegir traje. Quizás sirva también en lo que “esos locos bajitos” llaman arte. A fin de cuentas un pequeño juego, o más complejo, de contrarios.
Algún día caeremos en la cuenta que somos mucho más que contrarios, ellos sólo existen en nosotros, como diría un médico griego. Llegará el día en el que la bifocalidad no sea un problema, y espero que llegue pronto.
Los expertos en marketing dicen que el próximo estrato hacía la sociedad de la inconsciencia es arrendar a sus más tremendos errores y simplezas a otros órganos sensoriales como el olfato. Los billetes por ejemplo saldrán del cajero con aroma BBVA o Santander.
¿Huele peste ahora mismo en tu habitación? Quizás a veces sea un principio para empezar a conocerse a si mismo o para hacerse rico. El olor a santidad para luego.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Sedente

Tuve un rato una grata alegría,
En un día de furiosa tempestad,
Mis lisas velas las llevaron la mar
A un puerto de dulces compañías.

Había putas, faranduleros y pías.
Era un ingenio donde poder piratear.
No había corsarios que ablandar
Porque las coronas aquí no existían.

Y libre y sin pauta fui y encontré,
Embebido en ron de pura caña,
Dulces vientos que de allí surgían.

Y sin motivo ni ruta vislumbré
Que no había ni podía la patraña
Encontrar en el mascarón una guía.

Sólo y solo

Un poema se hace sólo y solo,
Cuando rememora compañías,
Alegrías o decepciones o embargos
Al latir de nuestro corazón.
Se conocen Señores y Señoras,
Se auscultan caracteres
Que te subliman como la sonrisa
De un niño ante un guiño
De su mente superpoderosa.
Conocer, conocer, cuánta alevosía
En la belleza de unos seres.
Cómo se puede ser tan perfect@,
Cómo rozar con tus puercos dedos
Tanta sabiduría y tanto bienestar.
Sé que ahora estoy solo y devaneo
Pero es por el poder de vuestros hábitos.
Quiero contarme muchas veces
El color y calor de vuestras melodías
Pero vuestras melodías son siempre
Más dichosas, más interesantes y vivas.
Quisiera vivir de largo acompañado,
Quisiera vivir siempre solo y sólo
Lo hago tiempo tras tiempo.
Os echo de menos antes de comenzar
A escribir estos semiversos
Hundidos en una caricia que se me va.
Tengo palabras siempre en compañía,
Tengo palabras siempre en soledad,
Pero lo mejor que tengo que contar
Se debe siempre a vuestra armonía.

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Contradicciones?

Todos los fantasmas de mi vida afloran con tu presencia. Todo me lleva a verte igual que yo y a no encontrar mentiras sino engaños. Todo afloró con lentitud.
Fui eremita, mudo, animal, loco, niño y desprestigiado. El prestigio me importa una mierda más allá de los quince centímetros de tu compañía. Nunca perseguí que me vieran grande ni mayúsculo, ni mínimo, sólo caudal. Sólo me importa quien tengo cerca. ¿Qué le vamos a hacer?. No somos ubicuos ni buscamos la fama tampoco. La notoriedad ya somos nosotros. Y la fama no sirve de nada. De poco en el terreno espiritual.
En el terreno espiritual no hay fronteras mas las que te pongas tú.
Transmitir es como hablar por la radio pero hace falta una carrera mucho más amplia. Tantas risas funerales soportan los dignos a la sociedad, los prestigiados. Tantas risas fatales, definitorias, vivas, tanta porción de universo hay en ti y tan pocas en la adulación o la admiración o la empatía coartada de creer en uno.
Creo que hasta el Divino se ha cansado de que sólo crean en Él.
Muchas dioptrías. Toda oportunidad tiene la oportunidad de ser cosmos. Por qué vadeamos nuestros ríos con la ayuda de pocos cuando somos muchos, todos, los válidos. Por qué no quedarte con lo que está cerca y siempre andar buscando nuevos mundos, nuevas tierras, conquistas.
Con la miopía absoluta de no darse cuenta que sólo se conquista uno a sí mismo.
Y no ver el infinito que se abre en cada mendigo, en la librera o en el cajero del supermercado. Suelen tener más infinito los que no lo saben. Son mucho más auténticos porque ellos no tienen nada que creerse (o poco) y no temen equivocarse. Porque los egos regalados sólo son putos egos y no ayudan a nadie. Se miran a sí mismos sólo y viven de los regalos al oído que les hicieron.
No bastan tus cantidades, ni siquiera tus cualidades. Es el de enfrente él que te da realidad. Cómo te comportes tú con él/ella delimitará tu signo. Puedes llegar a muchos, pero no darte cuenta de quien tienes cerca, y estar en una confusión perenne de lo que vales, los que eres y lo que sientes. La humildad de un perro nos hace falta… No pierdan el tiempo en agradar a nadie. A quien agradas por principio ya te está enseñando a ser menos tú.
La obsoleta pero contundente Generación de Shopenhauer. Consulten.

Acompañando a mi ángel

Llegó el día de los sueños rotos y las carencias sobrellevadas. Llegó el cuarto de hora de un tiempo en el que soslayar la incertidumbre y hacer notar la pobreza solemne de un notario venido a menos. Dar fe es cosa de dos. Creer en algo, una cosa tan posible como vivir este ingenio de cosas ambulantes.
Palabras y más palabras. Las palabras ni se las lleva el viento ni valen menos de un millón de imágenes. Miles por cada uno que las piensa y las siente. Muchas palabras tienen el cariño de un beso en la mejilla o la misma incoherencia de un beso entre enamorados, y otras, como las de hoy, un golpe en la piel más sutil del intelecto.
Todo me vale con tal de tenerte delante. Sentirte me lleva tan lejos como el infinito. Verte y escucharte me deleita hasta el no juicio. Me espero de hecho incluso cuando me cuentean alguna tontería. Si no es una tontería estoy despierto y hasta alerta. Es sintomático de mi cerebro gaditano y medio loco.
La pregunta que hoy me hago es: si disfruto tanto de vuestra compañía por qué está intolerante continencia en la soledad de mi casa y mi ámbito. ¿Por qué me escondo o por qué me reservo? -no sé por cual optar.
La verdad que, esconder, no tengo nada más que mis cientos de cariños inconfesados, que expreso a través de la educación o de mi loca percepción del conjunto. Todo el mundo, o casi todo, es venerable. Lo que pasa es que unos son más sosos que otros. Lo que ocurre es que existen jerarquías. Jerarquías del tiempo, de nuestras necesidades, deseos y hasta de quienes somos.
Si no practicara la soledad también me pregunto si os querría tanto o me cansaría de vuestras particularidades. Me canso de algunas particularidades, cuando me joden, -no antes. Y anoto con meticulosidad todo esto para olvidarlo al cuarto de hora.
¿Es el corazón sólo presente? El corazón es como un café. Da un subidón para luego irse alejando con la ayuda de su primo el cerebro. Irse diluyendo como un buen vodka en un buen zumo de naranja.
¿Tengo memoria de pez? ¿Tengo escamas de pez? ¿Tengo apetito voraz? Lo que tengo es un cuarto de hora, como decía Warhol. Un cuarto de hora de gloria, que pasa cada cuarto de hora, y que me demuestra lo rico y lo pobre que soy cada cuarto de hora. Hoy ¿pobre o rico?. Ustedes dirán y conjeturen lo que son ustedes también.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Gato negro

Las verdades son procesos. Se van cuajando poco a poco. Llevan tiempo y se meditan ellas mismas. La verdad parece a veces que es sólo una continuidad temporal no caprichosa. Un suceso que tiende a perdurar en la generación, las edades, las mentalidades. El corazón es poderoso como un submarino, más ágil que un gato y más tonto que un perro.
A veces sucede que la verdad es un fenómeno científico. A ésta también me apunto. A veces son sentimientos los que dictan las palabras o hechos de un corazón estropeado, y ahí no hay verdad.
Hay que saber distinguir muy bien lo que el apetito quitó a la razón. Hay que saber muy bien que razón tienen nuestros apetitos en este juego. Esto es cosa de pocos sujetos, ni falta que hace.
Los caracteres son divinos maná del cielo por su pura razón desmedida sin conocimiento. El empuje y potencia tienen mucho que decir en estas esferas. La fuerza que llamaban los griegos antiguos. La fuerza hoy sigue existiendo aún en esta sociedad chocolateada. Endulzada con conocimientos superiores, como el alimento de los dioses, pero sin cagar como ellos.

Concentración obtusa, persona a persona seguimos teniendo sentido. Toda torpeza es un peldaño al cielo. A mi cielo. A tu cielo.
¿Volamos y cambiamos las atmósferas a nuestro antojo?
Di la verdad aunque te lleve a la muerte, di tu verdad. Si es tu verdad será como aquello que dijo el sabio: “Yo digo la verdad hasta cuando miento”.
Hoy estaba pensando como siempre en todos los fenómenos espirituales del ser humano. Muchos mensajes han llegado, de los annunakis, los dioses o los grandes seres, como queráis….llegaba a la conclusión que la única creencia que te enseña a ser divino desde cero es el budismo, y no está del todo formulada….hay que saber muy bien ver dónde toca.
Te toco, me tocas, nos tocamos. Sólo somos uno, un uno todo, no seáis orgullosos hasta que no llegue el momento de hacerlo sin consciencia, no seas ambicioso hasta que no te veas a ti mismo, tu único camino. No seas torpe, nos estamos ayudando.

domingo, 28 de julio de 2013

Uróboros

Cominos al viento como todos los días. De suma importancia me engaño con mi larga pipa roja de humo denso. Con mis ventanas azules cielo y mar. Y los lunares perdidos de tu espalda. Los sueños se fueron detrás de una imagen ficticia, de un efecto, de una falta de defectos.
Y nace el poeta encadenado al ambiente de mi casa. Hilando, hilvanando, como la araña que crío todos los veranos. Pero mi mente está fija en un desconsuelo, en una resurrección, una falacia más al mundo de las dimensiones virtuales.
Vivimos la verdad más grande dentro del mundo de las pequeñas mentiras. Todos publicamos al instante una figura infusa de nosotros. Todo queda para luego, y lo fue todo hasta llegar al punto de decir “ahora”. Somos pequeños y salvajes y la vez más torpes que nuestros propios habitantes.
Bruto siempre supo dar puñaladas a un saco de gusanos como nosotros a un pozo seco. Siempre una puñalada. Al ciprés y  a la pimienta, al candado y a sus reservas de agua. A todo tipo de arañazos en el escorzo de un cuerpo y una palabra.
Quiero callarme cuando hablo a una imagen casuística. A quién le hablo. A quién le hablas. Qué muerdo. Conciencias, caricias y colas que me dan en la cara como si fueran grandes penes. Penes benditos que dan la vida a la vez que la quitan. Los penes de todas mis vidas. !Tanta Vía Láctea¡. Mucho semen del dulce y del amargo que te enseña a ser un chiflado dirigente.
De forma exacta éso: un chiflado dirigente... "Dirigir una chifladura" siempre fue uno de mis deseos desde que conocí a Fellini.

sábado, 20 de julio de 2013

El volador y las fronteras

Como una trucha en aguas frescas y limpias. Salpicado por las motas negras de las ondas del viento en mi piel de aguas. Llega el verano y abundan los mosquitos, las moscas, abejas y hasta libélulas y alguna chicharra descarriada.
Voy moviendo mi cola de cuerdas por la corriente no lunar de este río de aguas vivas que es esta tierra “surcada”. ¿Cuándo aprenderemos a vivir?. La mosca, el sedal, el cesto. A veces pensamos….no, pensamos cuando nos cazan. Somos vertebrados de aguas calientes o frías.
Parece que la multitud del río piensa cuando se detiene la corriente. Somos seres de poca memoria. Tanto reírnos de tal o cual defecto del prójimo sin ver nunca que ocurre con nuestras aletas. Ni siquiera las piernas sirven para caminar sin saber observar y ser trucha lista.
De la que distingue la mosca por bien que haya sido tejida por el pescador.
Una mosca, demasiados hilos y sólo suena una música. Me gustaría que mis congéneres no fueran peces, ni moscas ni chicharras. Pero es tan fuerte la corriente como lo fue siempre. Y los misterios de la superficie indescifrables para un pobre carángido, un salmónido o una simple doncella.
Ven al hemisferio derecho del cerebro, toca la cualidad Delta en armas de tomar, -que se te agarrarán para echarte abajo-.
Hoy tampoco pesqué ninguna mosca. Sólo sé cantar a la superficie cuando aparece un pez volador. Y salir al mar, hace divertidos movimientos que me marean.
Estoy estudiando y tengo intención de solucionarlo. Me tiraré a las olas a ver que me enseñan, prefiero la asfixia por sal a la asfixia por aire. Y el volador parece una presa importante.

Hay que ser feliz.

Un día me encontré en un callejón ruinoso, oscuro e incómodo. Había allí un restaurante pequeñito. Ahora no recuerdo si esto me pasó en Roma o aquí en mi Tierra. Se pasaba por una cocina bastante limpia a un patio posterior donde unos palets en las paredes hacían de asiento a unos tiestos. Unas bombillas dislocadas abrían un tragaluz elegante en aquel patio de adoquines -no recuerdo si de piedra o de mampostería.
Un camarera canijita y pequeña, sin acento a pesar de parecer extranjera, servía las 7 o 9 mesas. Un señor largo y concentrado daba vueltas recogiendo los platos aunque se intuyera de pleno que era el propietario. Una señora ancha y poco discreta estaba a los fogones dando voces, y una venezolana que hacía de pinche iba fregando.
Es evidente que no tenía mucha lotería ganadora.
Llegué confuso, un poco perdido por la ciudad. Con ganas de comer, comido de sustancias estupefacientes. “Un vino, Cati, un blanco cualquiera” Mi italiano es regular también y con los paisanos tampoco me hayo. Ya dicen, no hay profeta en su tierra. Menos en su familia, digo yo.
Los profetas son cosa curiosa. No tiene ninguna gracia saber el futuro aún cuando sea para bien. ¿Quién podría decir?. La comida nunca me ha hecho feliz. Ni por muy sibarita que sea. Hay cosas mucho mejores. Siempre recuerdo al Beato, -ya Santo-, Alonso de Orozco que comía dos nueces al día y dormía sobre sarmientos en su etapa de purificación.
Purificación, profetas, manías, comidas y chicas “conocidas”. Nada tiene mucho sentido. Todo es de un absoluto sentido. Pero el devenir corto, el lujo del instante te lleva a estas cosas.
A veces se puede predecir, otras ingeniar, otras calcular, otras verlas venir, pero lo más importante de todo no hace falta que lo diga. Que cada uno encuentre la felicidad con los suyos. Y él que no tiene es porque no lo merece. Y el que miente para tenerlo se quedará sin nada.
Al final se acabó la sangre en tomate.

viernes, 12 de julio de 2013

Misiva presta y encandilada a Don Paco de Lucía, Gran Paisano

Rumba de Estrecho, astilla de barca, sangre de marea de levante espumoso como el vino. Humedad y vendaval en los dedos, como canutos verdes de la Sierra andados por cochinillas de colores.
Grandes aplausos corean al Maestro tarantulero de la vida misma de mi soñada raigambre. Coros de voces que adulan al siniestro, al comillas de Aranjuez, al que no vive aquí. Sino en Mallorca o Maiami.
Me da igual. Pero por qué no me parece ya tan monstruo, por qué no entiendo no vivir en un impás de lodo y cenizas, de vientos, de verde inmaculado entre los terrenos de acero, de puro miedo de cangrena de no poder salir del boquete.
De reír. De encabritarse. De hacer bulerías. Canta niño. Canta.  Y dile a sus niñas que vuelvan a tomarse una copa en el bar, a reír con los paisanos, a practicar vicio, a soliviantar una madera delante de cuatro niños.
Paco, Paquito, Paco, Un saludo al más Insigne Hijo de la desdichada tierra de este poeta.
Que ahora mismo, como Tú aprobarías, está de juerga con tu música y le espera una morena de Torres y bellas sustancias de colores. Por eso me quedo con tu ARTE infinito pero aplaco mis intenciones, y acabo, que todo es acabar.
Tira pa cá y llámanos, en los Orígenes siempre está la verdad (aunque no te lo parezca)¡¡¡¡¡¡¡¡

lunes, 24 de junio de 2013

Finales.

Un gran violín sucumbe derrotado por unos brazos de cobre fundido. Unas lágrimas. Un llanto débil de socorro con enquistados brillantes negros. Facetas y más facetas de noche. Pequeños trozos con reflejo de Luna, cariño de sangre entre las piernas, cominos al cielo en una feria pasada por agua de mujer.
No salgo nunca. Dicen que esto es una caseta. Un rhythm and blues brutal de sobredosis flamenca de croquetas y masca lenguas. No vamos a mentirnos. Tantas cosas nos hacen felices como cosas hay con ritmo. Un baile. Una cabriola. Un paso. Un roce bien dado. Sobretodo pasos. Muchos, carreras y descoordinación: mucho camino hecho por otros, como digo yo.
Si no te ves con una mano delante y otra detrás detrás de un charco a la noche, revoloteado por pavanas y comido por  las ganas de fumar, no viviste la feria. Sin esa lluvia de Junio. Sin esas bendiciones a la Tierra de la Isla Verde, que se esconden tanto y son tan visibles.
Salir y ver niñas vestías de gitana. Volantes en la sombra de los dobladillos del pantalón. Pero no importa una mierda lo que yo quiera. Así lo siento yo. Si importara lo que yo quiero…. qué sería del mundo, cuántas caricias de más y de menos se iban a dar, cómo sería una buena juerga….

Al final fui a la Feria para beberme dos copas y vomitar los zapatos de la gente. Siempre es todo más feo de lo que se pinta con cualquier material. Hipnosis en la Tensión.

miércoles, 19 de junio de 2013

Roces

Sobornando rimas con cadencia de barrancos, aupado, como mi gata, al pretil de la terraza. Quise ser perro y no lo conseguí. También lobo. E incluso oso. Pero siempre el equilibrio, el dominio del momento angular, la caída, el salto, la vista.
Me cuido bien el bigote, nunca me afeito. Dicen que es un elemento de tacto importante. Así también lo creo yo. Quise dejármelo largo, luego en perilla, con nociones de ingravidez… Pero he notado que el mejor tacto es la corta distancia.
El roce de vello con piel y saliva. Toda una bendición negada al común de las mortales, cuando se niega, por torpeza del sujeto. Nunca un beso en la nariz por equívoco. Ningún consorcio que no deba firmarse de inmediato.
Me han caído besos del cielo al saltar de una mata a un rastrojo con un simple cruce de ojos, han volado al vacío cientos de miles, como los gatos. He tenido besos domados, redomados, expertos, circunspectos. He tenido todos los argumentos para dar más de uno.
Ahora, aquí, al borde de salir de viaje sin moverme de dimensión, en un solo arriba o abajo, mientras mi vista se delecta con los minúsculos seres del inframundo de mi ático, con las pulgas y los guiños al azul del cielo. Ahora, no tengo tacto, pero, ¿lo quiero?. Quiero un mundo perfecto, porque estoy seguro que puedo realizarlo. Quiero una mentira que sea una de mis verdades y que tenga sentidos.
¿El celo? El celo es poner miramiento en las cosas. ¿En celo?. No. Estamos en Feria y estoy en mi casa disfrutando un Ribera de los líquidos, -tampoco estoy para santos… Quiero saltar, quiero caer, quiero ver.
Saltar puedo, ver veo, caer, siempre en la misma cuenta corriente. Quiero créditos.
La corriente es tan importante como los gatos y como el crédito. Voy a seguir cayendo de pie, sólo espero que no pase un arroyo por debajo y que no me persiga ningún banquero.

miércoles, 12 de junio de 2013

Estrellas latentes

Una canción de alta cuna sonaba en la habitación entonada por una ama de cría singular. Gruesa, dicharachera y beoda. Nadie conocía el por qué aquellos padres de importancia hubieran dado a la niña tanto consentimiento, tanta naturalidad.
No es para menos decir esto, pues se llamaba Agustina Hera Bartolomé Cosío. Al principio todos en el pueblo dudaban de la decisión que habían tomado los patronos del pueblo - se puede decir- en cuanto a la educación de su hija.
Este trato comenzó cuando Adriana tenía seis meses. Por aquel entonces Agustina había parido hace poco y en principio le daría el pecho a la criatura para que a su hermosa madre -muy vigente con respecto a su marido- no se le cayeran las tetas.
Adriana comenzó mamando la leche de Agustina y era dulce como la miel, recordaba ella, ya más tarde, que sabía distinguir el sabor de la leche materna. Quizás por no haber mamado de su madre, quizás porque tenía los recuerdos “despiertos”, quizás porque tenía los pies muy en la tierra desde pequeña.
Tras los primeros años, que fueron varios, Adriana comenzó a tener una amistad sincera con su ama. Primero desde la infancia como una niña que encontraba dulzura y viveza en Agustina. Una comprensión particular ya que Agustina la sentía como su propia hija y siempre, siempre, hacía por entender sus pequeñeces, sus grandezas, sus caprichos.
Los padres de Adriana eran por supuesto muy solícitos, cercanos a su hija y comprometidos pero se creo una cierta complicidad entre la niña y Agustina. Ella era cálida, fértil, un poco atontada en la fortuna de sus rápidas palabras llevadas por el vino. No era una mujer de su tiempo. O quizás sí. (¿Sabemos cómo han sido las mujeres de muchos tiempos? Como estudiante de antropología puedo decir que muy poco.)
Esa complicidad se desarrolló. Cualquier niña hubiera sucumbido ante aquel carácter, la hubiera marcado de por vida en su más interno yo. Pero los padres de Adriana siempre notaron que aquella criatura -como listos Señores que eran- gozaba de una independencia casi sobrenatural.
Así, habían pasado 16 años y Agustina seguía yendo por casa de los padres de Adriana a hacerle el cuarto,  el almuerzo y un sándwich por las noches. A Agustina no le importaba, incluso ponía horarios en casa para que su trabajo fuera como la seda.
Aquella noche, era un quince de junio, Adriana estaba intranquila. Saldría aquella noche a casa de unos vecinos y Agustina, más que su Madre, sabía que algo se cocía: el primer chico de Adriana.
Agustina se acercó mientras ella buscaba ropa en el vestidor. Estaba aquel día repleta de cosas, Agustina. En cierto modo todo el día había estado flotando. No se había dado cuenta hasta aquel momento. Mientras cocinaba, cuando planchó o cuando estuvo arreglando el baño de Adriana. Desde que notó la Tierra bajo los pies al asomarse a su casa con porche frente a la playa (en aquellos tiempos era más fácil tenerla).
“En Punta Paloma sólo hay un chico para ti, Adriana -le dijo-. No le des lo que le darías a cualquiera. Y da siempre sólo lo que te salga del corazón” Adriana pensó un momento y le dijo: “Mi amor sólo es mío y es todo tuyo, Hera”.
Agustina sintió un frío en los brazos y supo que nunca habría de preocuparse por su niña. “Ella iría a un único sitio. Ya era una gran mujer, había visto las mentiras y verdades de cada uno de sus comunes, estaba demasiado cerca y a la vez demasiado lejos”

domingo, 9 de junio de 2013

Vacaciones pagadas. Comidas de lobos.

No hacemos más que perdernos hasta que a los niños les entra hambre. Siempre suele ser así. Ha solido. Ahijados, nietos, sobrinos, la niñez nos salva a todos de la derrota, siempre nos devuelve la sonrisa, encanta el oído y te eleva hasta casi estallar a veces en: “Eres lo más bonito que hay”. “…lo que yo más quiero en el mundo”.
El apetito de los enanos y de las enanas. Las carencias que al instante son llantos, gritos o pataletas que terminan siempre por convencerte. A la niñez todos prestamos tributo, todos damos pábulo, todos damos tiempo y multitud de esperanzas y respetos.
Hay necios que no. No saben que es un préstamo del cielo lo que nos regalan esos años, lo que nos propinan esos locos bajitos. Sus enormes inteligencias, su puro cariño, sus sonrisas, sus picardías, sus ingenios, su abultada madurez.
Yo tengo una loca bajita y un chiquitín parrandero, dichosos frutos de mis hermanos mayores. La chiquitilla ya canta en francés e inglés, y el parrandas tiene un año y pico y parece que tiene tres, -es un nene herculino al que me he preocupado de comprarle sus camisetas de superhéroes. Ella es tan perfecta, ya, que una camiseta de superhéroe le quedaría mal. Y el chico porque aún no habla.
También yo soy su tío, - de los dos-, así que no sé si contarán mis percepciones por objetivo en el mundo de las metáforas que pretendo ser siempre.
A todos nos parecen siempre los más bellos, sólo son tantas cosas olvidadas, tanta naturalidad que se nos escapó y surge en muecas en nuestras caras de babosos cuando te sueltan esa coma o ese punto o esa palabra inmejorable. Cuando tienen más pausa que la mejor alma o más prisa que el mayor ego.
¿Conseguirlo todo, conseguir unas vacaciones pagadas?. ¿Las vacaciones más lujosas?. Disfrutar de la familia y de estos seres que lo tienen todo por decir. En los que para colmo queremos reflejarnos, sangre de sangre, y son siempre superiores, más bellos, más elocuentes en su inocencia que la inteligencia más taimada.
Si no perdiéramos tantas cosas, que formidable enemigo sería nuestro mundo del que ahora es. Yo, sin esforzarme, os recordaré así cada día de vuestras vidas.
Intentando que sigáis siendo así por toda vuestra existencia. Os lo debo. Nos lo debemos. Os lo deben vuestros padres y abuelos. Bendita libertad y bendito cariño y bendita generación. Benditos niños¡¡

martes, 4 de junio de 2013

¿Almas gemelas?

Cargado del cansancio de toser
Margaritas en mis continuas subidas y bajadas
por escaleras de peldaños irregulares.
Una cerveza, otra cerveza, otro cigarrillo,
Un soliloquio locuaz y hasta blasfemo
Que se expande por el aire de los portales.
Pierdo el paso y metódico vuelvo
Atrás la cuenta hasta un principio sin sospecha.
Medias perchas y armarios enteros vestidos
Con bellísimos brocados de Loui Vuitton.
Nunca soñé con el lujo, él me persiguió,
de largo y con valentía, por los caminos más ausentes.
Siempre encontrando nuevos árboles del destino,
Prendado una y otra vez de aquella u otra flor,
De tantas flores… ,y el azuquillar de los sabios,
Y las carreras en las medias, y los senderos perdidos.
Media percha, así me encuentro, señores lectores,
En un trayecto sin barandas ni bordas
Que me ayuden a no caer en un Océano
En el que parece que me encuentro indigno vestido.
Para cuando llegue la otra parte de la percha
Lo mismo ya me quité la vida por aburrimiento,
O por destreza.

viernes, 31 de mayo de 2013

Por Amor lo llamaron list@

¿Es un vicio tener lujos? Porque está claro que tener vicios es un lujo. ¿Mucho para pocos, todos para muchos? Es una pregunta bastante elocuente. ¿Prefieres ver ratas “muertas” o tocar la flauta?.
La sangre es la vida, la que corre, la que se derrama, pero no la que se enjundia y se la toma a poco. Ni una gota de ese bello liquido es gratuita. Prueba a cortarte.
¿Suturas?. Como decía uno: “No te molestes, el dolor sólo es la debilidad saliendo de tu cuerpo”. ¿Muchos con dolor y poco dolor para muchos?
Yo pienso que la solidaridad es prima hermana de la educación. Y la empatía, el color y el calor del ser humano. Lo que nos hace serlo en mayor medida. Las tres son fundamentales si quieres llevar un camino medio bueno en esta vida.
No rías cuando no debas. No sustituyas repartir amor por medirlo. Es lo que nos ha llevado a estas situaciones. La única condena que nos merecemos es amar. También es la mejor.
Muchos creen que se hace a una persona concreta, a los que están cerca o a los que te ayudan a pasar momentos buenos. Es de una miopía absoluta.
¿Qué piensan ustedes que hacen aquí? ¿Para qué están? ¿Dónde irán a parar?. Para mí -sin soberbias- éstas son preguntas de fácil solución, porque he estado desnudo, solo en el mundo, mudo, podrido, descuartizado, muerto.
Los santos que se proponían al martirio sabían también de estas cuestiones -yo he leido algunas de sus biografías. Pero a mi modo de ver también eran miopes -sólo por cuestiones culturales que a muchos los llevaron a donde no querían ir.
¿Existe el cielo? ¿Existe el infierno? Pues tengo una idea precisa de lo que es el cielo para mí en esta Tierra: donde están las estrellas cuando tengo una buena compañía. Seguramente el otro cielo sea igual.
El Mundo de la Almas que decía Platón.
Es curioso que en tantísimos años de vida del hombre nadie haya superado al que decían “ancho”. Nos acercamos a él con los años los que tenemos tiempo, respeto y suerte. Los que sabemos a qué se juega en este contubernio.
No nos hace nada especiales, solemos ser los más torpes al saber que sólo hay un camino, que ninguna de nuestras cosas tiene consuelo. Que como decía Augusto al morir: sólo venimos a hacer un papel.
Para algunos pintado, para otros roto, para otros revelador, para otros confuso.
Todos en resumen venimos a ser almas, no duden que sé de lo que hablo. La clave está en la condena. Sepan elegirla.

lunes, 27 de mayo de 2013

La soberbia de las culturas, las olvidadas y el acto de fe

Siempre el mío es el mejor juego. No importa cómo se juegue, implique sufrimiento, carencias, dolores, sea o no artístico, político, agradable, zafio o ruin. Lo único que importa es que mi juego sea el mejor, “es el que yo prefiero”, es mi juego, con normalidad viene de padres a hijos como con los hinchas de fútbol.
Muchas patadas para sacar un astro a una zona desconocida extra- Universal. Defensores, Porteros, Capitanes, y Señores de Campo. Diestros Lanzadores (los últimos) y Hombres Veloces. Así, más o menos, se baten dos países o hinchadas o religiones o sociedades para lanzar uno de sus astros a la zona extra- Universal. (¿Quizá esa zona sea parte de la Eternidad?).
El fútbol como todo es una buena patraña para hablar el lenguaje de las metáforas. El futbol, ese gran aliado cultural que diríamos los europeos…los padres fundadores de la “estupenda” modernidad, posmodernidad dicen otros, yo lo llamaría precaducidad. Pero a casi cualquier tiempo. Es de lógica.
Pues eso, antes, exportábamos de todo. Éramos, los europeos, una gran potencia del pensar humano, aún la mayoría de los cimientos son europeos desde la Ruta de la Seda -de tiempos de Alejandro-, a la cansada África colonial, al desgraciado Copag Ñam y al frío Washington.
No hay aborigen que no haya oído hablar de un señorito crucificado cuya madre era una Santa y que además “para ser divino” ni follaba. Y que era el que mejor jugaba. Él que jugaba el mejor juego. Con las mejores reglas, más sofisticado, perfecto y divino. Moralmente superior.
Muchas culturas han tragado con esta monserga. Otras han hecho lo propio con sus creencias heredadas de los sabios de sus tierras que tuvieron intelecciones “divinas” llamémosle. Tales como Sócrates, Siddharta, Confucio, Mahoma……
Todo el mundo siempre quiere que tú creas lo que creían sus padres o sus abuelos a más tardar. Y es como con el futbol. Son capaces de agredirte en un derby determinado. Todos conocen de ciudades con ejemplos de civismo, de hinchadas honradas y tolerantes, pero vaya, es porque ya superaron su periodo de profundo in civismo. Y no sé si podrían involucionar.
Llámese Yihad, Cruzada, Catecismo, Catetismo. Sí Catetismo. Desde el primer Imán de la más bella Mezquita del Cairo hasta el Cardenal Electo de Roma Papá Paquito, desde el Dalai Lama, o cualquier sabio que se diga que defienda una religión en el planeta hoy es un cínico.
Existe una experiencia de Dios, una experiencia del Espacio y el Tiempo, un acto de fe, para algunos, cosa que yo no considero Religión; existe una relación desde que el hombre es hombre con la existencia, la energía y su atemporalidad que unos llaman religión, otros espiritualidad, otros poética del mundo físico de un desquiciado ideario antiguo; y que únicamente debería unirnos.
Cada uno a su modo. Unos dicen Corán, otros claman por la Biblia o responden con el Mahabarata, unos invocan a Kukulkan y otros ven las hadas y gnomos que habitan en los árboles y grandes héroes que salvan al hombre de los terribles entuertos generacionales de continuo.
Existen principios y finales. Ahora estamos más cerca de un final que de un principio. Yo, como todos, soy incapaz de creer con sentido común en ninguna Religión a pies juntillas. Comparto millones de cosas con ellas, como todos, o casi todos, también. Pero no creo que haya que hacerles, como realidad Cultural, el más mínimo caso. Mírense Ustedes y miren a sus seres queridos. Y si pueden miren el cielo, cuánto más alto mejor. Sean claros y límpidos. Verán que ustedes son Dios. Pero no un Dios soberbio como el de las Culturas. Verán que son paz y armonía y naturaleza. Quizás deban hacer un escorzo pero conocerán el camino de pleno.
Demasiados años hacen demasiadas malas costumbres del ateo al inculto, al pobre, al recto creyente en los que no son sus principios, o le son prestados. Experimenten, y no crean nada, ni en lo que yo digo.

viernes, 24 de mayo de 2013

La Ciudadanía Estrellada

  Hoy o eres un Galileo o no eres nadie. Si no te ataca la iglesia o las instituciones o cumples con la sodomía de meterte el dedo en el culo para chuparlo. Hoy si encuentras petróleo, hoy si dices verdades, hoy todo se resume en un jamás. Y me explico.
  Hoy la censura es predominio. Hoy la censura es cortesía. Hoy la censura es un ingenio que consiste en la sobredosis de morfina sin caducidad que significa el universo de la información. Para que haya suficientes mentes que se vean en otra y vean en esa otra una verdad, o algo especial, o auténtico…es casi imposible. (Y yo sólo me postulo para emperador de mi casa)
  Hoy todos somos nadie, gracias al divino. Has de superar obstáculos importantes, has de ser vilipendiado y jodido por todos….y es qué es normal¡¡
  Sin conocer el sabor a mierda cómo saber en qué culo meterse, sin ser insultado cómo alzar tus virtudes en la pugna, sin ser asqueado por los que te importan, sin ser golpeado como un coral por la enorme marea. Nunca conocerás la dicha sin “removerte“. Es decir, sin moverte, parar de golpe y luego echar tripas.
   El Mundo hoy como siempre es ingrato. Nada se cose sin hacer antes un buen hilo. Y hoy hay tantos hilos…!! Antes por ejemplo, un trililero vivía en su pueblo y conocía a seis mozas posibles. Y las conocía posibles desde que tenía 6 hasta los quince que la casaban con el susodicho. No tenía una información ilimitada de la cantidad y cualidad de mozas que había en la región. Ni de qué posible fortuna podría esperarlo aquí o acullá con las virtudes que podía tener y que también conocía- como hoy- de forma muy parcial.
  Nuestro trililero ni siquiera sabía de facto qué ocurría en otros países, con mucha probabilidad no sabía con exactitud ni qué le gobernaba, ni quién decía por él muchas cosas -que ahora decimos cada uno- que lo definían, que lo hacían ser el hombre que él es. Muchas de sus ideas estaban basadas en murales o literalmente en cuentos de viejas.
  Pero hay está la interesante paradoja. El hombre/mujer sigue siendo igual con mucha información que con muy poca. Lo que explica lo torpe que somos y eso de golpearse siete veces con la misma piedra.
  La sobredosis de estímulos que dicen muchos. Nuestro trililero tiene ahora 900 millones de mozas. ¿Cómo decidirse el pobre? Pues como casi todo lo que hacemos, por defecto y por impulso.
  La que sea más fácil, la que esté más cerca, la que me someta a menos presión, la que se conjunte mejor conmigo. En la sociedad moderna, Sociedad del Bienestar -Sociedad de la Comodidad, diría yo-., todo se hace, desde lo más grande hasta lo más pequeño, por ahorro de fuerzas y por impulso, desde la ingeniería a la comida pasando por dónde quieran.
  Nosotros nunca esculpiríamos el lado trasero de las efigies del frontal de ningún templo. Lo que no se ve, hoy, no importa una mierda de perro. Y lo que se ve -ahí está- importa otra mierda de perro, porque vemos tantas cosas diarias que somos incapaces de decidir entre los 900 millones de mozas..!!
  Así, díganme Ustedes si no sería lo mejor mirar por un largo monóculo que filtrase para que no tuviéramos que olvidar nosotros de forma semiinconsciente. El termino medio??,… el termino medio, hoy, está en las estrellas.

martes, 21 de mayo de 2013

Las puertas de la percepción. A Ray Manzarek

El infinito del punto fijo de una perspectiva. Eso es una puerta. Se abren candados o cerraduras simples, al tacto o al oído. Toda puerta guarda algo, un arcano matemático al renacimiento, una tragedia circunscrita al pasado o al futuro, toda puerta es un engaño dado que tenemos más que visto que todo es un engaño.
Lo único que no miente es el pulso. Hasta ahí llegamos¡
Existen multitud de personas que son de umbral, los umbrales son lugares muy reconfortantes. Repletos de carteles de bienvenida o de cabezas cortadas. Pueden tener anchas cornisas o brocados celestiales, en cualquier caso suelen anunciar a dónde se llega y los dispendios que puedan hacer contigo.
Las personas son muy amables en los umbrales, cuando entras en casa ya…..se ve qué pie calza cada uno. Si son sandalias, calzado de cuero cerrado o unas simples pantuflas llenas de mierda de perro. Tampoco eso dice mucho. Cómo los umbrales.
Pero las puertas sí. Las puertas se cruzan y se revelan cosas. Y se guardan. Y se esconden. Y se pertrechan. Hasta se estremecen. Hay de todo.
Normalmente yo abro o me abren de media unas 200 puertas al día. Llevo “manojos” de llaves para ir accediendo a las diversas puertas. ¿Cuántas puertas puede haber en una ciudad?. Puertas en la calle, entre habitaciones, puertas a habitáculos, puertecillas, alacenas….puertas de hogar…, creo que cada vez soy más experto en cruzar puertas.
Las puertas que más revelan también suelen ser las más pequeñas, no me pregunten por qué, pero es así.
En la puertas estandarizadas de contadores existen tres especies predominantes de habitantes. La salamandra -suele haber una-, la araña -puede haber varias-, y la cucaracha -cadáveres, varias o muchas, dos son una lindeza, ajajaja-.
No sé si debería resaltar las metáforas que se deducen de estos animales, porque son muchas.
Pero cada vez descubro más que tras todas las puertas se esconde lo mismo. Siempre he adorado a las arañas -sigo pensando de forma inocente, o no, que son ellas quienes tejen el destino; y son muy elegantes-. Mataba salamandras con un tira-chinas de tablas cuando era un niño inocente que no vivía una espiritualidad plena -ahora no me gusta que me toquen la mano pero las respeto. Pobres “Afortunadas” Brujas de otros tiempos que eran asociadas a ellas.
Y la cucaracha….la cucaracha, ya saben, es indestructible y se alimenta de las más baja estofa de las podredumbres. Es muy parecida al ser humano y es muy parecida al ser humano combinado con los otros dos. Araña, salamandra y cucaracha juntas son tres habitantes del planeta que nos sintetizan de alguna manera.
Entonces cruzo puertas y veo proporciones de cucaracha, de araña, de salamandra. Combinaciones múltiples sin mucha extrapolación no ambiental. Y además noto ese paso al mundo ánimo-espiritual de estos seres. Es muy entretenido y a la vez muy interesante.
Nada está vacío pero fuera del trabajo no hablo de nada de lo que veo, personal, -más allá del análisis morfopoético de mí mismo también- en casa de los particulares. Eso es secreto profesional y les harían VER mucho más de lo que dicen mis queridas alimañas ;-)

lunes, 20 de mayo de 2013

Bagatela

 Somos hombres pieza. Sociedades pieza. Conciencias pieza. Naturalidades pieza. Es evidente que los jureles tienen más derecho a la vida que nosotros, ellos hacen cardúmenes. ¿También son piezas??
 ¿Cuándo se deja de ser pieza para ser conjunto?, ¿cuándo se va bien vestido? Los jureles visten un verdi-azul al completo oceánico, van conjuntados de pleno con el medio ambiente que los rodea.
  Cómo nosotros¡. ¿Cómo nosotros? ¿Qué ambiente? ¿Cuáles son los retos y las nuevas rimas cotidianas que debemos ingeniarnos? Poca cosa. Poca rima, poco juego y mala disposición.
  En una ocasión, escuchando a Bach - no sé si en varias- “se me fue el santo al cielo” y me quedé solo. Juzguen ustedes cuáles disquisiciones son más importantes.

domingo, 19 de mayo de 2013

A Cioran



Este juvenil soneto, esparcido y musical,
Que amable se pone en movimiento lento
Persigue desglosar, entre palabras, incierto,
ante la belleza y su ahí, la codicia de Cioran.

Sin entenderse aquí y ahí de bien o mal
Al escéptico ideal con este injusto verso,
Todo bien medido, estrangulado y violento,
Hay que reírlo y alzarlo dueño de su mechinal.

Y si no, háganle oídos a la inmutable belleza,
Del mar, por ejemplo, y atónitos contemplarán
Que al cabo de buen rato y con alguna destreza,

de quiénes son y qué piensan nada recuerdan;
Y, al instante, deseosos de lo que no serán
Desearán, sin medida, ser quienes  no fueron, eran
O son.

sábado, 18 de mayo de 2013

A la Magdalena.

Frutas y nueces de frescos portfolios,
Los cabellos la Magdalena en los pies,
Enredado en sustancias y palabras fié
De ser más dueño que caducifolio.

Engañé al otoño con sacudidas nieves,
Y al verano con sus flores perfumadas,
Lié al viento con algunas frías hadas
Para encantar la primavera con claveles.

Y en los pliegos de su porfiada piel,
Pinté tercas letras con esmero a la poesía,
Mentí podridos sentimientos a la carestía
Que era tener más sol que un cartel.

Quería auspiciarme en tus putas letras,
Compré tu rol en fianza de nobles bienes,
Y encontré entre estas iluminadas tretas,
Que sólo eres primavera cuando vienes.

jueves, 16 de mayo de 2013

“Genios”, ¿para qué?

Ánaro de Persia fue el inventor de las llamadas pilas sumerias. Lo llamaba así su hermano pequeño porque su padre y su madre lo llamaban An. “An” era un vocablo utilizado para llamar el bocado de los caballos, un invento antiguo venido del lejano occidente, de entre las aguas. Ánaro nunca lo entendió de pequeño.
Ahora contaba ya 16 años y era todo un hombre. Su padre era un ejecutor en las minas de un potentado de Ur, minas de antracita y malaquita. An conocía la vieja historia anterior a que el mar trajera en sus olas miles de esclavos. En las minas siempre se escuchaba.
Aunque tenía bien prohibido entrar en los pozos de prospección, en sus paseos junto a su padre por las antorchillas conoció como los annunakis habían enseñado al primitivo Padre a iluminar a sus hijos en las cuevas con tinajas de vino pasado. Tal tecnología sólo pertenecía ya a los mitos de su pueblo pero también recordaba como cuando contaba ocho años los obreros de padre desenterraron una misteriosa tinaja de las entrañas de la tierra.
Él que era un niño de siempre amante de las ruedas, de las norias y acequias, de las yuntas de bueyes que arrastraban arados, incluso de una azada, se fijó mucho en aquel artilugio. Por supuesto cuando la desenterraron no portaba ningún tipo de vino como decía el mito que le contó su padre. Tenía una tapadera de un material parecido a la brea seca, una barra de hierro en el interior y estaba rodeada por un cilindro de cobre.
Incluso recordaba que en aquella pequeña maquina que se presentó a sus ojos de niño podía verse el hermoso material que siempre se importó del occidente para templar mejor las espadas y darles su fulgor gris en la noche.
Con los años intentó reproducir y entender aquella maquina. Cuando jugaba pensaba en ella, y en clavos y en estacas y poleas. Le gustaban los arcos y encender fuego. Pero para nada podía entender que aquello que le contaba su padre fuera cierto. Nadie podía iluminarse con aquello.
Cuando logró su más amplia reproducción logró erizarse los pelos y no sabía si fue por casualidad. No sabía si le vino un frío o un calor. Pero todos sabían que el vinagre enfriaba y calentaba. Incluso el médico de su padre le aconsejó que no ándase con esas tonterías. Qué no podía salir nada bueno de jugar con los mitos de los Antiguos.

Eso, exactamente, fue lo que me pasó ayer. No sabía si se me erizaba el pelo por calor o frío, o por corriente. No tenía claro con qué mitos jugábamos. No sabía “cuántas formas hay de iluminar Europa” ni qué cojones pinta la muerte ni la vida. Ni siquiera sabía si es justo no estar enfermo o no morir. O ¿no vivir?. No sabía si se puede jugar con los Mitos de los Antiguos. Ni si tendremos tiempo.
Me parecen fabulosos los descubrimientos. Y que se curen enfermedades a ancianos, para que sean más ancianos, porque parece que tenemos la manía persecutoria egocéntrica de pervivir en este planeta….Lo mejor de todo es que todo ese cúmulo-nimbo de deseos e impulsos por lo regular sólo es producto del Amor. Porque amamos y nos aman queremos permanecer.
La reflexión cojonuda es: Si queremos permanecer por qué no lo hacemos como lo hemos hecho cientos de miles de años, incluso con esperanzas de vida muy altas en ciertos periodos. Y en lugar de ello vemos que en ciento cincuenta años hemos casi destruido el planeta por este camino… haciendo piezas de piezas sin comprender para qué sirven, intentando iluminar nuestros cuerpos con celulosa que no cura nuestras heridas ni seca nuestras lágrimas, ni encenderá teas en nuestras profundidades.
Se pueden inventar muchas cosas para que las prohíban los Oráculos. (O la Oms). Se puede contestar al devenir con preguntas, con respuestas e incluso con disquisiciones. Yo tengo una cosa clara. Tomando todo como una pieza se hace un despiece o se monta una maquina pero no se levanta una persona al éter. Qué os gusta malvivir ;-)

lunes, 13 de mayo de 2013

Tarifa

La envidiada hada de los vientos, las sal de la espuma del mar cernida con caracolas a lomos de argonautas clavijeros de ermitaños monumentales en blanco. Montaña de piedra en recta sintonía de horizonte sangriento  a los pies de tardes de parricidios. No queda hueco, huele a pasteles, brisa prodigiosa de circo ambulante de los atunes, Tarifa, la Bella.

sábado, 27 de abril de 2013

Versos contigo. A mi hermana Belén por su cumpleaños.

Felina surgió una niña de una pupila,
La pupila oscura de un hermano gris,
La pupila sencilla de una vida en añil,
Tus ojos que me dieron siempre vida.

Ningún portal, ni verdad, ni bebida
Tuvo día la dulzura de una hermana
Más bella, más cándida, ni humana,
Ni mejor contrincante en la lidia.

Siempre perseguí tu fuerte intelecto,
Anduve tras tus formas de ver y hacer,
Pero siempre preferí tu mejor gesto:
Cogías mi mano para enseñarme a ver.

Lo has hecho tantas veces sin mirar,
Que levantan tus palabras en mi arena,
Reflejos de una firme playa sin penas,
Donde descansan castillos en mi mar.

Ahora te doy las gracias y te festejo,
No hay paz ni hay palabras ni realidad,
No me queda un duro en mi bolsa de sal,
Pero te felicita este inhóspito pendejo.

Si todos supiéramos la muerte en 24 horas.

 La elocuencia sería devenir. Los hitos costumbre. La conciencia nata. El discurrir meridiano. Todo tendría sentido para muchos y ninguno para otros. Muchos se despedirían y muchos se sentirían perdidos.
 Si mañana fuéramos a morir todos no perderíamos el tiempo con ninguna mentira, no haríamos daño, no quedaría parcela de nosotros, no seriamos un segundo de historia y la historia al completo del ser humano.
  Si mañana fuéramos a morir, cómo se darían los besos y, cómo no se darían. ¿Y los abrazos?. Y, cuando no hubiera ley ni concierto, ¿de verdad seguiríamos siendo sociales? ¿Lo seriamos muchos más?.
 Si mañana desapareciera el género yo, al saberlo, me quedaría compungido. No tendría tiempo para la ausencia pero sí para sentir una enorme pena por lo grandes que somos. Con todas nuestras imperfecciones, delitos y faltas.
 Lloraría de viva forma y sin lágrima ninguna (miento) por esta raza torpe y muchas veces siniestra, encajonada como una rés, -en este caso, dirección al matadero-. Lloraría por las lágrimas, por las madres, por los hombres, por la mujer, por los niños y las nenas, por los juegos y los caprichos.
 Lloraría desconsolado por el arte y mi amada filosofía. Lloraría porque es producto nuestro. Porque el artista o cualquier persona puede valer más o menos al mundo, pero lo que regalamos como una flor al aire, lo que nos sale....quizá haya razas más inteligentes o divinas en el cosmos. Si es así, éstas también llorarían por esto.
 ¿Qué es el hombre? ¿Qué es la mujer?. ¿Hacemos cábalas? Lo decía un carpintero hijo de carpintero que sería hijo de panadero, que a su vez sería hijo de cabrero, o dios sabe qué, decía, que al fin y al cabo sólo somos amor.
  Y estoy casi seguro de que así sería el último día el mundo si lo conociéramos. Lleno de amor y desventuras. Miren: si somos 6000 u 8000 millones, y los que han vivido plenas vidas y fallecieron, -más plenas o menos-, desde hace 200000 años. Si contamos que el hombre comenzó a tener graves conflictos sociales sólo después de comenzar su andadura por esos campos de Plutón atareado con la siembra y el clima....
 ¿Cuánto amor hemos puesto en este Universo? Esto me suena al cuento de Blancanieves, la destreza de la belleza para domar y la mano cruel del poder. El poder nos engendra demasiados monstruos que esconden nuestras destrezas y nuestra belleza. Y acaba con el equilibrio.
 Si llegara mañana la muerte para todos, para muchos sería un canto dulce, para otros una copa amarga pero bien bebida. Y las gentes se agarrarían a sus creencias. E invitarían al vecino a su casa. E incluso al pobre.
  Los pobres serían menos desafortunados que los ricos, como dice la puta esa de la Lomana. Yo estoy seguro que estarían menos vacíos. Él que tiene poco se tiene a sí mismo mucho tiempo. El que tiene mucho vive pero poco saborea. Aunque la televisión e Internet nos haya igualado. Ya ni el hambre es virtud.
  De hecho creo que sólo las almas jóvenes pueden ser ricas al venir a este mundo -exceptuando ejemplos a seguir y toreros.
  Si mañana fuera el fin el Mundo yo moriría por vuestros labios, por más palabras, por más caricias, por roces, por la amistad sincera, por todos los buenos actos, por todos nuestros regalos sin pedir nada a cambio.
  La generosidad humana cuando sale del corazón, directa como un meteorito entrando en la atmosfera y a punto de explotar, cuando apestamos a humanidad, como las flores. Cuando eso pasa, el ser humano es sublime, y
 ¿Y si mañana fuera el fin del mundo? Yo sólo pediría que sobreviviera de nosotros, en lo que demonios se engendrara en la Tierra, nuestra generosidad y la capacidad humana (y divina) de amar.
 En cualquier caso viniera lo que viniese sería para mejor.

martes, 16 de abril de 2013

Disfunción de lo japonés.

Me han regalado unos pañuelos tokiotas para guardar los tetras de sake. No es que me guste el licor de arroz de forma desmedida. Sino que la gente casi nunca sabe que regalar. En una gran urbe elige uno de forma compulsiva el detalle que le sublima cuando no sublima a nadie en Cai.
Tengo un rincón japonés en casa, uno en el cuerpo y otro en el cerebro. Pero todo lo que me ha interesado esa cultura me ha servido para volverme más hacia dentro, más autista, más catatónico.
Decidí ante tal tesitura absurda y vana hacerme daño en el cuerpo. Ya saben: La letra con sangre entra.
Y mi preferida: La sangre es la vida.
Así que después e mucho estudiar, de practicar tai-Chi, de leer algunos ensayos por arriba, de entretenerme desde pequeño con la particularidades de aquella cultura, decidí mezclar mis creencias con sus fuerzas para hacerme ese rincón del cuerpo todavía inacabado.
Una serpiente emplumada surcada por un rayo greco romano en señal de lealtad, firmeza y marcialidad.
Los japoneses suelen adorar las fuerzas naturales. E incluso se atormentan con sus oscilaciones y temen los fenómenos. Pero temen a pocos de los otros hombres.
Una cultura que entra en guerra con un “cuchillo” frente a un fusil, algo tendrá de encomiable. Una cultura que venera la caligrafía, algo encomiable tendrá. Además creo que hacen los mejores tejanos y son los amos del mundo vendiendo trastos para la limpieza de cerebro.
Creo que ya en breve sacarán ese wc soñado que te refresque el culo.
Los pañuelos la verdad es que son preciosos. Y traían, muy metódicos, instrucciones precisas de cómo realizar los nudos para la conservación fría del saque. Que no sé qué tendrán los pañuelos. Pero si ellos dicen que mantienen el frío habrá que creérselo. También dicen que el tai-Chi moldea, modela y precisa la energía vital y estoy seguro de ello.
Igual que pueden defenderse de una katana con los brazos, manos y piernas y esto parece más imposible.
La disfunción de la cultura japonesa es su superioridad, su incredibilidad, su talento y su sacrificio hasta el último suspiro. Qué digo. Seguro que los japoneses casi ni suspiran. Corren a coger el gazapo.
Trabaje hace años con un ingeniero muy cualificado de Tsukiyima Kikai Co. Todos trabajábamos de ingenieros con nuestras mesas con alas y nuestras gafas con montura de oro de Sudamérica.
El tipo llego, no había mesa, se sentó en el suelo, desplegó sus planos y a currar. Los ingenieros españoles de BMW 525 se reían de él, les parecía un señor con demasiada confianza en sí mismo creo yo. Cosa de la que ellos carecían de cerebro a polla.
El japonés con su mini pene, que tendría de seguro, les partía la cara a todos aquellos faraones.
Ya había pensado mucho en las cualidades de estos seres de Cipango, había admirado sus huertos de Okinawa y la insospechada, e investigada, eternidad de la vida de muchos de ellos.
Así se puede. Entiendo las luchas del XIX por quedarse aislados y la lucha de sus emperadores por sacarlos de su catatonia, de su autismo casi divino, de su particularidad rarísima de ser ellos mismo, de comprimir sus costumbres en ellos mismos.
Creo que es una de las culturas más auténticas de la tierra pero eso sí, inaccesible, hay que tener fe, hay que tener dedicación, hay que darle sangre y vertirla.
¿Dónde compro saque en Cai?

lunes, 15 de abril de 2013

Revueltas de Infancia

Tiraba fuerte de su bolso con estampado de caramelos y esmeraldas muy Ágata Ruiz. Con sus coletas a los lados gemía por llevar su bolsa cargada de libros. Y en sus calcetines de media pierna había un hálito de salir corriendo en cada instante.
“No te acerques a la piscina”. “No andes las escaleras”. “No perturbes el sueño de tus padres”. “!Venga¡, al colegio”
Antígona era una niña obediente aunque soltaba la mano. Chapurreaba el francés, en inglés y dominaba el castellano con sus cuatro años de antiflores y sonrisas. Los buenos colegios, las buenas amas, los buenos pares de cartón que eran sus padres, sus abuelos, efigies de sus saltos y cabriolas, -como un cuadro no pintado.
Todo era luz en Antígona. Y fuerza. Un máximo freudiano. Un intolerante a la vez que amable superyo. Un Ser y el Tiempo que sabía saltar sobre el camino firme de la infancia. Yo por aquel entonces contaba 10 años y, siendo un personajillo tan responsable, los vecinos, sus padres, me encargaban dejarla en la Guardería camino del colegio.
Aquella niña pelirroja se me quedó grabada para siempre en la memoria. Como no podía ser de otro modo, y por mucho que he leído a Freud e intentado cultivarme en el mundo de la obscenidad, estoy completamente seguro que de no existía una mota de tensión sexual entre aquellos que éramos dos seres en instancias de dejar de ser puros.
Pero aquella calidez del ordeno y mando con la inocencia de un hada o una mariposa. Aquella sonrisa de ave. O aquellas carreras de fuego camino de la guardería me hicieron intuir muchas cosas maravillosas sobre lo que yo estaba dejando de ir.
Era un pulso constante al corazón aquella infancia. Aquella potencia que se adormecía cuando se tomaba un cola cao. Capaz de intentar ordenar los pliegues de un papel hasta el infinito “¡¿Dónde está mi barco de princesa?!¿ùé?!”.
A parte de sus cuelgues de niñ@ cuando algo no salía del todo perfecto, cuando el reloj no marcaba el segundo correcto, en aquellos paseos fui descubriendo, como decía, la extraordinaria potencia de los cerebros jóvenes, cuánto nos destruían los conceptos sociales, las circunstancias, las tontadas del carácter que dejamos pervivir en nosotros mismos.
Me veía en aquella niña. Me veía partir. Me veía marcharme, correr un circuito con demasiadas esquinas ya. Me veía como un anciano mirando a Jean Paúl con 35 sin “chapurrear” francés y teniendo un odio contumaz al idioma de los Tudor. (Mientras más aprendía menos me gustaba).
Estaba orgulloso de quién llegaría a ser aquella niña. Pero lo que más me dolió no fue su destino, fue que se perdiera aquella picardía sin picardía, aquel repetir con la insistencia de él que piensa luego, aquel fuego sin dueño más que su Papá, aquella sonrisa furtiva a su madre, o aquellos arreones del brazo en busca de su dulce preferido.
Pasé mucho tiempo en aquellos años por casa de los López. Pero entonces, cuando Antígona contaba seis, su padre falleció en un accidente automovilístico.
Su madre no supero bien el golpe, se hundió y empezó a beber muy a menudo. La casa de Antígona se volvió un saco de sombras. Al poco se mudaron a otra ciudad y dejé para siempre de ver a Antígona.

Hasta ayer cuando paseando cerca del puerto vi un giro de aquel fuego en un coche que cruzaba. Íbamos lentos, junto al Boulevard. Ella marchaba en un VW Golf con unas tablas de surf en el techo y conducía un chico muy hermoso con gafas de sol. Me quedé mirando y ella se quedó mirando, nos cruzamos mil viajes a la guardería, mil caprichos, mil carreras y mil voces de niño. Y lo peor de todo es que no sé si era ella ni creo que ella supiera que pudiera ser yo. Pero me queda mi cerebro de niño.
Muy posible es que sea gracias a ella.