Encerrado detrás de tus pupilas
Como presa en tu cárcel de cristal.
Como una gota de sudor venal
Sobornada por tus pechos y prisas.
Caigo en la trampa de tus risas,
Conjugado por tus piernas de sal.
Pintado por los colores de tu mal,
Me siento frío el vello, y brisa.
No quiero ser para ti tan caduco,
Ni una copa a medio servir, o beber.
Ni tan poco quiero serte esquivo o cuco.
No me gusta esconderme, amor,
Ni decir cosas que mis ojos no ven.
Es química. ¿Me guiñas, corazón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario