lunes, 4 de junio de 2012

De palo y oro

Cuando cuentas tus guiños
En estimados y profundos suspiros,
Cuando cantan tus ojos
Tras una visión hermosa.
Cuando tu alma va pidiendo,
En limosna, átomos de facilidad.

No te quedan patas para correr
Porque no quieres.
Cuando el corazón calma su pulso
En el remanso de esta corriente.
Cuando encontraste el meandro
Plagado de peces y oro.

Entonces perdiste el decoro,
Escupiste en tu honra,
Y quisiste pescar todos esos adornos.
Comer pescado crudo
Con sonrisas y mofas.
¿Encontraste paraísos no artificiales?

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