Un inciso, tremendo pero necesario

Ojo por ojo y diente por diente. Quizás sea el momento de empezar a hacer la Guerra a cualquiera que represente la oligarquía político-económica. Desde el más mínimo representante de la autoridad establecida y hasta en la puerta de vuestra casa. Aquí no estamos en Islandia, donde vive muy poca gente y concentrada. Aquí, atendiendo al bello y amplio país en el que vivimos, hay que planteárselo de otra manera. Muchos no podemos ir a Madrid o a otras convocatorias pero ahora empieza a entenderse por qué motivo se empezaba por saquear supermercados. Ellos no tienen escrúpulos (nos lo han demostrado por activa y por pasiva), no tengamos nosotros verguenza ninguna. Ataquemos, mordamos, gritemos, luchemos, no demos nuestro brazo a torcer, ni nuestro cuello. A nuestro vecino, si es el que toca, si los representa, hacedle saber vuestra postura. Y los malo es que cuando las palabras y las actitudes pacíficas no sirven de nada (nos lo han demostrado tb por activa y por pasiva), habrá que pasar a ser más contundentes. Del abofeteo al correr de la sangre, aquí todo debe estar permitido. No vamos a permitir otra dictadura, sea económica o de los teleñecos. No vamos a dejar que nos pisotéen y nos ignoren como si fueramos niños. Los ciudadanos no son niños. Ni están desvalidos frente al derecho. Porque cuando el derecho no funciona, se ponen las cosas del revés. Así que ya podéis ir robando o haciendo lo que os plazca: en este país ya han demostrado que no existe el derecho, que la voz de los cuidadanos no vale ni una peseta, que la dueña de mi empresa, sí, paga un 1% de impuestos, igual que la mayoría de vuestros patronos. ¿Cuánto pagáis vosotros?. Y resulta que no hay banquero que se quede en la acera pero cualquiera del otro 99% se queda bajo un puente en menos que canta un gallo. En este país ya no se puede uno ni educar, nos están pidiendo a gritos, cada vez más fuertes, que seamos maleducados. ¿Que nos cuesta?. Pues habrá que esforzarse. Prefiero la muerte o el martirio a vivir representado por estos mierdas. Ayer ya empezamos, el primer compañero cayó y ni siquiera se hacen eco los medios. Después que nos etiqueten de violentos para quitar peso a nuestra palabras y pensamientos y acciones, demos el ejemplo que dicen que damos, ojo por ojo y diente por diente.