martes, 9 de noviembre de 2010

Perdidos

Yo soy el número uno,
El número uno de los perdidos,
Encontrados en una conciencia de silicio.
Yo soy el número uno,
De los bellos durmientes,
Así nos llamarán.
Cuando el hombre era todo esperanzas.
Más, esperanzas podridas.
Cuando las redes atrapaban hasta los destinos.
Por pequeños que fueran.
Quince minutos de día, tenías.
Una infinidad de terciopelo de risa
Que agrada a todo un norte
Sin estrellas.
Hay luces en las ciudades
Para no ver el cielo,
Y falos en las calles para mirar la oscuridad.
Somos la generación del negro,
Del agua sucia, de las conciencias famélicas.
Tenemos miedo de mirar nuestra propia sombra.
Larga y triste.
Estamos realmente perdidos.

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