viernes, 5 de noviembre de 2010

Quijote

Enfrentado al papel en blanco,
Con la cabeza surcada de ideas,
No tengo tiempo ni quedan teas,
Que no enciendan un estanco.
Fumo mucho, y soy muy franco,
Y me sientan muy bien las peas,
Con una cerveza y unas grageas,
Escribo más, y peor, que el manco.
Pero me quedan mis esperanzas,
De quijote insano y malavenido:
Creo en Rocinante y sus andanzas.
Iremos por camino de gigantes,
Salvaré doncellas, y haré atrevidos,
Beberé ingenios, y tiraré guantes.
Y si me quedan aún más energías,
Escribiré versos a alguna impía,
Que ronde mi corazón en vela.
Por ser un sueño, y mi candela,
Y el motivo cierto de mis días.

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