lunes, 10 de febrero de 2014

Mapa Geopolítico

La herrumbre blanquecina de mi semen en la acera…
Estrellas, estrellas.
Tuvo que esperar la limusina
A que nos acomodásemos la ropa.
Íbamos demasiado mareados
Por los martinis secos en la terraza del Caesar Palace.
La verdad es que la idea de hacerme una paja
Camino del coche para que luego follara todo el camino,
Fue de ella.
Yo que llevaba guardando aquel tesoro
Dos semanas para ponerla chorreando,
Para convertir aquello en un místico bautizo,
Estelar, carismático, un principio de conciencia
Que deseaba ella más que yo.
Su entrepierna ya cosía fuego
A las braguitas durante la cena.
Supongo que debe ser un gran delito
Masturbar a uno por la calle en Vegas.
No se puede beber en un coche,
Tampoco los acompañantes.
Raquel me agarró el cipote
Y mientras se ponía el abrigo
Lo sacó y lo acarició con sus suaves piernas.
Debían estar grabándonos 150 cámaras,
Pero el abrigo era de vicuña.
Parecía mi primera novia, aquella de joven
Que tenemos todos en el recuerdo…
Que le daba por hacerlo en el recreo del instituto,
En la puerta de los baños,
En la playa ante una decena de pescadores.
Al final acabé nudista….
Quizá mi naturalidad fue lo que hizo
Que mi abrigo largo bastara
Para que no nos descubriese ningún pervertido.
El Caesar es grande, mi corrida se quedó en la acera,
-Casi caigo de bruces,
Después de dos días en cama,
Raquel me devolvió a mi bello entorno
Con un maletín de fichas de cien
Y las mejillas llenas de carmín.
Como si fuera un puta lista para atracar
O el diestro funcionario de un gobierno perfecto.
Yo que no pienso volver a Vegas.
Quizás todo esto sea una metáfora de lo que será de Estados Unidos.
De lo que nos dio,
De lo que nos dejará,
De lo que nos ha utilizado.
Las estrellas se desvanecen en la acera en muchísimas ocasiones.

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