Mares

Me he dado cuenta que hay rocas en alta mar,
Cantos de delfines que engañan a los marineros,
Islotes productos del espejismo de la desesperación,
Con acanaladuras moldeadas por la erosión.

Rocas a las que agarrarte, contra las que chocar,
Ni en la más profunda soledad tienes ojos certeros.
Está la alta mar para con su vaivén llevarse los sueños,
(Y tropezarlos), y a merced de imaginación, ponerte a sangrar.

Náufragos hay por todas partes, los mares están llenos,
De yagas, penas solitarias, confusiones que te hacen indigno.

Ahí, sobre el agua, náufrago, y meditando islas y tiburones.
Ya no vale poeta antiguo, ya no somos ríos, somos mares.
Ya no contamos las virtudes ni las risas ni la amistad,
Ya no hay adelfas en sombra, ni higueras, ni tablas de lavar.

Somos salinos, unívocos, infinitos, ricos y sin lealtad.