Tener un buen miembro suele ser tan importante para un hombre como para
una mujer sentirse deseada. Todos suelen medírselo una y otra vez o
cualquier tipo de inseguridad como ésta. Las
disfunciones en los temas sexuales o de atracción de lo deseado suelen
ser una de la comidillas más perturbadoras y estúpidas del cerebro.
Sentimos multitud de impulsos negativos y positivos como decía Freud y
yo por supuesto no voy a descubrir nada… sólo importa tener un buen
miembro o ser deseable para el momento social, es como un principio de
conciencia, es como un suelo desde el que los hombres/mujeres florecen
más sentidos y veraces.
Diréis que hay gente a la que no le importa
nada el sexo o que lo ven como una cosa menor: es porque la tienen
pequeña y les hace ser inseguros o porque no se sienten deseadas, y lo
mismo. Esto perturba hasta derroteros como el amor “romántico”, hasta la
indigencia de quedarse sin mucho importante por “poca cosa” o por una
cosa que no sabe donde pulsar para activar el atractivo como persona que
tiene de seguro.
Lo he contado a muchas personas: los paganos,
muchos de ellos, encontraban la trascendencia en el orgasmo y la
comunión con lo deseado. Con el cristianismo toda esta verdad se fue a
paseo.
A fin de cuentas eres el amor que eres capaz de dar y el amor
no es sólo penetración o pulso. Pero las almas que sienten deseados sus
cuerpos, por ellas y por otros, son más redondas. Como decían los
paganos están en un grado de pureza superior. Belleza, se llama.
Yo
te aconsejaría que aprendieras a follar bien, seas como seas, tío o tía,
a desear….el tacto es lo más importante. Busca tus puntos fuertes y por
supuesto busca la integridad en tu faceta sexual. Si no la tienes
grande fóllate un pato como hacía Dalí, cómprate un coche grande y una
casa grande o pide a Afrodita que tus besos sepan a gloria. Si te
sientes poco deseada, es lo mismo. Hay que aprender a quererse sin
cosas. Las cosas vienen luego.
Si empiezas por el amor a ti mismo al
final serás un GURÚ de la existencia, la tengas grande seas gordita o
tengas una boca que disguste algún oído. ENCONTRASE Y ACEPTARSE es la
única manera de gustar. Yo la tengo grande, me he encontrado y acepto y,
por supuesto, no le gusto a nadie. Debe ser la intensidad de lo que es
estar loco. Es decir regirse por propios principios.
Dicen que los
locos son esclavos, a veces, de su imaginación que les hace
reinterpretar ciertas reglas. “Cómo lo hagan delimitará la condición del
loco”. Yo estoy con Jung, soy esclavo de mi realidad porque estoy
desnudo y no tengo miedo y tengo razón.
Un loco con el aparataje bien puesto, no puede ser eso de que no gustas...
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