Las estrellas en él siguen luciendo
En esta extraña y metódica debacle,
Con el ritmo de sílabas constantes,
Con la cadencia eterna de su eco.
Cambiamos de posición por el cielo,
Y él nos recuerda con cada instante
Que lucimos, y somos los garantes,
Para patinar, y entrever, tras el negro.
No regalan gratos espejos tras la noche,
No hay gestos que engañen la oscuridad,
Nada viaja para nosotros como sus luces.
Cerca del infinito, cerca del derroche,
Dentro del camino, fuera de veleidad
Ninguna, el ser humano también luce.
..cositas como esta engrandecen el alma, aunque como es lógico lo que yo interprete de este poema no tiene nada que ver con la esencia original con la que se hizo, precioso para este mi día de ratas que llevo hoy.
ResponderEliminarLo importante para mi es que para ti tuviera algún sentido semi-fundamental. Parece que te gusto. Gracias Montse
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