Dos gotas de la misma agua difieren
Tanto y en tantas torpes ocasiones…
Dos espejos que se agrietan y rompen
Según el aire casquivano que los hiere.
Como los copos cristalinos de la nieve,
Miles de estructuras, que corresponden
A una misma cosa, mutan en acepciones,
Que se distinguen, viven y se sostienen.
Lo peor de los copos de nieve y símiles
Es su precaria suma de perdurabilidad,
Lo rápido que agua y glaciar lo llevan
Para el siempre inexistir de esa belleza,
Para su repetición y su inaccesibilidad,
Para ganar la forma de los inverosímiles.
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