viernes, 31 de mayo de 2013

Por Amor lo llamaron list@

¿Es un vicio tener lujos? Porque está claro que tener vicios es un lujo. ¿Mucho para pocos, todos para muchos? Es una pregunta bastante elocuente. ¿Prefieres ver ratas “muertas” o tocar la flauta?.
La sangre es la vida, la que corre, la que se derrama, pero no la que se enjundia y se la toma a poco. Ni una gota de ese bello liquido es gratuita. Prueba a cortarte.
¿Suturas?. Como decía uno: “No te molestes, el dolor sólo es la debilidad saliendo de tu cuerpo”. ¿Muchos con dolor y poco dolor para muchos?
Yo pienso que la solidaridad es prima hermana de la educación. Y la empatía, el color y el calor del ser humano. Lo que nos hace serlo en mayor medida. Las tres son fundamentales si quieres llevar un camino medio bueno en esta vida.
No rías cuando no debas. No sustituyas repartir amor por medirlo. Es lo que nos ha llevado a estas situaciones. La única condena que nos merecemos es amar. También es la mejor.
Muchos creen que se hace a una persona concreta, a los que están cerca o a los que te ayudan a pasar momentos buenos. Es de una miopía absoluta.
¿Qué piensan ustedes que hacen aquí? ¿Para qué están? ¿Dónde irán a parar?. Para mí -sin soberbias- éstas son preguntas de fácil solución, porque he estado desnudo, solo en el mundo, mudo, podrido, descuartizado, muerto.
Los santos que se proponían al martirio sabían también de estas cuestiones -yo he leido algunas de sus biografías. Pero a mi modo de ver también eran miopes -sólo por cuestiones culturales que a muchos los llevaron a donde no querían ir.
¿Existe el cielo? ¿Existe el infierno? Pues tengo una idea precisa de lo que es el cielo para mí en esta Tierra: donde están las estrellas cuando tengo una buena compañía. Seguramente el otro cielo sea igual.
El Mundo de la Almas que decía Platón.
Es curioso que en tantísimos años de vida del hombre nadie haya superado al que decían “ancho”. Nos acercamos a él con los años los que tenemos tiempo, respeto y suerte. Los que sabemos a qué se juega en este contubernio.
No nos hace nada especiales, solemos ser los más torpes al saber que sólo hay un camino, que ninguna de nuestras cosas tiene consuelo. Que como decía Augusto al morir: sólo venimos a hacer un papel.
Para algunos pintado, para otros roto, para otros revelador, para otros confuso.
Todos en resumen venimos a ser almas, no duden que sé de lo que hablo. La clave está en la condena. Sepan elegirla.

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