martes, 18 de marzo de 2014

El Ego, con Jose Montoya.

Te puedo acariciar con sigilo si tu quieres. Y puedo besarte el cuerpo pero no estoy seguro que encuentre algo. Si lo que se hace alma bajo las chabolas de tus costillas al respirar te da un suspiro, llámame.
Estaré listo para acunarte, para darte todo lo que quede en mis pequeñas manos y mis grandes brazos. Te arroparé como madre. Como pequeño ente que acabas de llegar. Wellcome planeta Tierra.
Soy la comadrona de tus sensaciones. Tu espíritu indio, gitano, judío, árabe, cristiano, o lejano como el mar, será bienvenido a mi hogar donde todos somos una misma cosa, una continuidad sin fronteras posibles. Estoy para que nos hagamos más grandes tú y yo.
Yo y tú. En un jardín pasamos donde las flores se abren cuando la lluvia no cae del cielo sino de los huerfanos peces. Vamos a enfrentarnos con el espejo. No vivimos ayer, estamos juntos. No nos separara nada en el mundo, ni una fragancia ni un susurro. Somos familia desde siempre, mi niñ@ del alma, estás presente en todo. No olvidare tu risa que me interesa  como el rotar de una Tierra entre mis brazos.

Como el primer llanto al nacer ahora puedes respirar.

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