martes, 19 de febrero de 2013

Regocijos por quebrantos. A Elías


Me puedo preciar en la vida de haber enseñado algunas cosas a mis amigos, que no importa cuál sea tu atuendo cuando eres tu mismo -o si no lo llevas-, que poco importa el espacio o el tiempo cuando se es concorde, que se reza con palabras pequeñas en labios amplios o que se presta oídos sin odio siempre sin juicio ni gloria, pa empezar.
He prestado atención a parir buenos anfitriones en mi camino por altruismo y por belleza o he mostrado las intenciones torpes de nuestro pensamiento que nos hunden. He confundido con palabras de cariño noches turbulentas y he cesado siempre en mi vértice cuando me pasaba de listo.
Y todo, creo, por el amor y la belleza; yo siempre procuro hacerlo todo más bello, -es una enfermedad. Y mi entorno siempre de forma inconsciente me pareció cruento hasta que empecé a mirarlo -como todos.
Quizás debí vivir en una Polis…, en Irsee, por ejemplo, -rodeado de pares. Como decía aquel Edgar -usted lo conoce Elías- de la Holística y el deseo de ver presocráticos arando la Tierra…donde todo fuera supremo para que mis ojos levitaran y cesaran en su enjundia de cálculos para la proporción. Pero nada de esto es negativo.
Siempre se encuentran pares, siempre minúsculos dédalos de pena o de alegría concordantes en nuestra sobrada similitud que a mí me puede. Porque me quiere, y porque yo la quiero; y estoy a gusto entre vosotros que me salcriáis la vida. Porque sois mi pena, mi pecado, mi resurrección, mi amor y mi pérdida.
¿Existen seres universales, Don Elías? Creo que esa sería una gran pregunta para el Alma Mater del mechinal de estos quebrados retuertos.
¿Le miró alguna vez un susodicho? Jajajajajaj ¿Qué tiene la sociedad de común cuando no “mamamos“, ni compartimos, ni follamos -muchas veces-, cuando el sentir común es la unidad y la unidad no sabe ver más allá de sí misma, como es común entre los tont@s?
La filosofía no tiene estas cosas, como la ciencia profusa y muchas veces infusa del par, como la filosofía. Yo adoro gobernar D. Elías, gobernar sin levantar la voz ni mover la mano, más bien ver el Gobierno de las Atmósferas, más bien dejar la corriente ir y analizar las muestras de las aguas que me llevan, de las porquerías, lefas y otros grados de sublimidad que tocamos.
Lo mejor que siempre he pensado es que puedo hacer sentir algo bello a un común. Su piropo merece muchas más palabras, Abuelo!!

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