sábado, 2 de febrero de 2013

La aventura de la Mujer Dragón

Una madre joven y elegante pasó a verme hoy por la barandilla de las escaleras que bajan a los sotanos de mi casa. Una cola de dragón pintaba en su lengua colores y llamas al descifrar los sonidos de la música ambiental de mi psique.
Me comentaba que no me llegaban los apetitos al corazón, que ella estaba cerca, que se sometía a mí desde su grandeza, que tenía momentos. Que perdía el tiempo jugando con guasas de nenes buenos y crucigramas de futuro, cuando ella tenía atrapado mi presente en las gotas de sus culebras.
"Me da igual, Señora. Yo nací para vivir libre. Al menos desde la última vez que estuve muerto. ¿Qué me dice?, su voz se la lleva la bruma de su aliento, y las figuras que en el viento de mi memoria se quemán, atroz."
"Sólo es sueño, descansa. Yo soy la Progenitora de tus futuros vicios", dijo en silencio. Y entendí que volvería a ser un perdón para la niñez...

No hay comentarios:

Publicar un comentario