jueves, 21 de febrero de 2013

Sintéticos

Las personas no suelen saber considerar los "soldados poetas" o los "poetas de saldo y espiga"; el dar el pecho a la espada, el gritar, el parirse, el encomendarse a la virgencita, virgencita, con cada soplo.
Los tipos, éstos, somos de paz, -yo tengo tantos apelativos que me han dejado el Gato, que tiene siete vidas, pero mis amigos cada día, a veces, me ponen uno, y no los cito.
Lo que decía, siendo de paz y GLORIA, la gente no entiende que los poetas tiren su corazón por la tierra, que lo den todo, que no insten a una pizca a cambio.
Pero esta gente son unos necios. Porque el poeta vive de eso, canta de eso, se hincha de eso. Porque, todos los que conocí y aquellos en los que reconocí VERDAD, siempre poseyeron un corazón enorme ya fueran un Apolo, un Canalla o un Cantautor de mañanas.
Y los que no, más simple, un corazón roto.
 Ambos necesitan alimento, uno a su fractura y el otro a su candil. Uno necesita costuras y el otro cortinas ;-P. Los poetas somos así, Sintéticos, amarillos, empedrados, bípedos listos para ser devorados.
 Y así suelen ser nuestras vidas. Vorágine. Carnicería. Incesto y corrupción ciega. Mentimos hasta a una baldosa -que si nos oye acaba convencida de ser gaviota, y quién dice que una baldosa no sea gaviota.
 Porque nunca escuché a un POETA decir una mentira. Jamás.
 No puede mentirse con un corazón roto ni con un corazón grande, el mundo está lleno de mendigos para probarlo. El poeta es que suspira por suspirar, necesita iluminarse, contrastarse con un sol potente y cálido, mirar su sombra…, y quedar admirado con la ESTRELLA, la TIERRA, y el MEDIO.
 Muchas veces encontramos ese Sol. Muchas veces lo buscamos, los poetas. En verde rama, en limón, en sofrito o perra chamuscada. Nuestros ojos, que son mano, tocan muchas cosas, con corazón, y nuestro sentido procura mucha METÁFORA.
 En todo esto hay mucho entendimiento, aunque la mayoría de las veces no nos entienda nadie hasta que se nos va el tiempo.

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