miércoles, 28 de octubre de 2009

Soneto. Horario otoñal absurdo

Dicen que el cambio otoñal de hora
Es para ahorrar la deseada energía,
Que por las mañanas se consumiría,
En vuestros trabajos y vuestras cosas.
Para levantarse y que, como una rosa,
Luzca y brille el sol de todos los días.
Pero pronto se hace noche y resumida,
la jornada, se ve, al trabajo y sus cosas.
Vas a casa oscuro, sombrío y lunático,
Con las estrellas posadas ya en el sueño,
Con la mirada en el nuevo día de trabajo.
Yo querría disfrutar el sol cuando salgo,
Ser de nuevo, de horas diurnas, su dueño.
Y no ver que nos hacen otra vez esclavos.
Con este horario ahorran las compañías.
Mientras nosotros en la casa pagamos,
Se quedan con nuestra luz, con el dinero,
y con nuestro día.

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